Las 35 mejores frases de Gabriel García Márquez para entender la vida

Publicado el 13-11-2017

Hay personas inspiradoras que nos dejaron frases increíbles que han trascendido en el tiempo.

Uno de ellos es Gabriel García Márquez, uno de los autores más leídos en la actualidad, quien nos ha dejado una serie de grandiosos libros con frases increíbles que nos transmiten emociones, nos trasladan a maravillosos lugares y nos ayudan a entender la vida.

Los personajes de sus libros han experimentado sentimientos que en algún momento nosotros también hemos sentido, por lo que es fácil sentirnos identificados con ellos, incluso cuando las historias en las que están implicados son asombrosas.

A continuación, compartiré contigo algunas frases tomadas de sus mejores libros, que te ayudarán a comprender la vida y reconocer más tus sentimientos.

 

Frases para entender la vida de Gabriel García Márquez

1. Las cosas tienen vida propia, todo es cuestión de despertarle el ánima. (Cien años de soledad).

 

 

2. El primer síntoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre. (Memoria de mis putas tristes).

3. El amor es eterno mientras dura. (Sólo vine a hablar por teléfono).

4. Poco a poco fue idealizándola, atribuyéndole virtudes improbables, sentimientos imaginarios, y al cabo de dos semanas ya no pensaba más en ella. Así que decidió mandarle una esquela simple escrita por ambos lados con su letra de escribano. (El amor en los tiempos del cólera).

5. Recuerda siempre que lo más importante de un matrimonio no es la felicidad sino la estabilidad. (El amor en los tiempos del cólera).

 

 

6. Todos los sueños con pájaros son de buena salud. (Crónica de una muerte anunciada).

7. En alguna ciudad del mundo, en todas las paredes, tienen que estar escritas esas palabras: “Ojos de perro azul” -dije-. Si mañana las recordara, iría a buscarte. (Ojos de perro azul).

8. …recordó un viejo adagio español: “que no nos dé Dios lo que somos capaces de soportar”. (Noticia de un secuestro).

9. El cuerpo humano no está hecho para los años que uno podría vivir. (Del amor y otros demonios).

 

 

10. Volverán –dijo-. La vergüenza tiene mala memoria. (La mala hora). 

11. La palabra mestizaje significa mezclar las lágrimas con la sangre que corre. ¿Qué se puede esperar de semejante brebaje? (Buen viaje, señor presidente).

12. Se hundió en una amable geografía, en un mundo fácil, ideal; un mundo como diseñado por un niño, sin ecuaciones algebraicas, sin despedidas amorosas y sin fuerzas de gravedad. (La otra costilla del hombre).

13. Me alquilo para soñar. En realidad, era su único oficio. (Me alquilo para soñar).

 

 

14. Pues habían vivido juntos lo bastante para darse cuenta de que el amor era el amor en cualquier tiempo y en cualquier parte, pero tanto más denso cuanto más cerca de la muerte. (El amor en los tiempos del cólera).

15. Locamente enamorados al cabo de tantos años de complicidad estéril, gozaban con el milagro de quererse tanto en la mesa como en la cama, y llegaron a ser tan felices, que todavía cuando eran dos ancianos agotados seguían retozando como conejitos peleándose como perros. (Cien años de soledad).

16. No estoy enfermo –dijo el coronel-. Lo que pasa es que en octubre siento como si tuviera animales en las tripas. (El coronel no tiene quien le escriba).

17. Siempre he dicho que uno envejece más rápido en los retratos que en la vida real. (Buen viaje, señor presidente).

 

 

18. Un buen escritor puede ganar buen dinero. Sobre todo, si trabaja con el gobierno. (Vivir para contarla).

19. Preescribir es adquirir una propiedad por el transcurso del tiempo. (Vivir para contarla).

20. … aprendieron que las obsesiones dominantes prevalecen contra la muerte, y volvieron a ser felices con la certidumbre de que ellos seguirían amándose con sus naturalezas de aparecidos, mucho después de que otras especies de animales futuros les arrebataran a los insectos el paraíso de miseria que los insectos estaban acabando de arrebatarles a los hombres. (Cien años de soledad).

21. Soy libre y me vendo yo misma. (Del amor y otros demonios).


 

22. Sólo la poesía es clarividente. (Me alquilo para soñar).

23. ¿Por qué tendría que estar en el limbo? ¿Acaso había muerto? No. Simplemente fue un cambio de estado, un tránsito normal de un mundo físico a un mundo más fácil, descomplicado, en el que habían sido eliminadas todas las dimensiones. (Eva está dentro de su gato).

24. Nunca seré viejo –le dije entonces-. Ella lo interpretó como un propósito heroico de luchar sin cuartel contra los estragos del tiempo, pero él fue más explícito: tenía la determinación irrevocable de quitarse la vida a los sesenta años. (El amor en los tiempos del cólera).

25. Es un triunfo en la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales. (Memoria de mis putas tristes).

 

 

26. No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad. (Del amor y otros demonios).

27. Esa mujer es tu perdición…Te tiene tan embobado, que un día de estos te veré retorciéndote de cólicos, con un sapo metido en la barriga. (Cien años de soledad).

28. Se necesita tener esa capacidad de buey que tú tienes para esperar una carta durante quince años. (El coronel no tiene quien le escriba).

29. El mar crecerá con mis lágrimas. (La mala hora).

 

 

30. No esperaba nada –mintió. Volvió hacia el médico una mirada enteramente infantil. Yo no tengo quien me escriba. (El coronel no tiene quien le escriba).

31. Anoche soñé que estaba esperando una carta –dijo la abuela. Eréndida que nunca hablaba sino era por motivos ineludibles, preguntó: ¿Qué día era en el sueño? –jueves. –Entonces eran malas noticias –dijo Eréndida- pero no llegará nunca. (La increíble y triste historia de la cándida Eréndida y de su abuela desalmada).

32. Era bella, elástica, con una piel tierna del color del pan y los ojos de almendras verdes, y tenía el cabello liso y negro y largo hasta la espalda y un aura de antigüedad que lo mismo podía ser de Indonesia que de los Andes. (El avión de la bella durmiente).

33. Cuídate el corazón…te estás pudriendo vivo. (Cien años de soledad).

 

 

34. Era un desconocido más en la ciudad de los desconocidos ilustres. (Buen viaje, señor presidente).

35. Siento que la conozco menos cuanto más la conozco. (Del amor y otros demonios).

 

 

Luego de haber leído estas frases, tal vez te sientas con ánimos de empezar a leer alguna de las magníficas obras de este gran escritor, Gabriel García Márquez.

¿Cuál de estas frases te hizo reflexionar? ¡Déjanos tus comentarios!

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