Las 4 grandes mentiras que se dicen en el mundo empresarial

Publicado el 31-01-2017Mentiras

Hay un viejo refrán que dice que si quieres que la gente se crea algo, debes repetirlo una y otra vez. Las personas se acostumbrarán a escuchar esa mentira y empezarán a creerla sin pensar demasiado en ella.

Y en el mundo de los negocios esto no es diferente.

Hacerse un hueco entre los altos cargos de las mejores empresas es cada día más complicado, y a veces la opción más sencilla para sobresalir es mentir.

¿Pero realmente es esta la mejor elección para llegar a lo más alto? El mejor ejemplo de que mentir puede ser la peor decisión de tu vida es Scott Thompson.

Thompson empezó a trabajar como presidente ejecutivo de Yahoo! a principios del año 2012 gracias a su excelente currículum.

Pero pocos meses más tarde, tuvo que dimitir de su cargo después de que saliese a la luz que no tenía un título universitario real de informática.

Quizás seas de los que piensan que el engaño de Thompson fue poco astuto; pero la realidad es que muchas personas con frecuencia mienten en sus currículums.

 

Mentiras

 

Lo peor de todo esto es que esas mentiras no acaban ahí, sino que se extienden también después a todo el entorno laboral e incluso al personal.

Algunas de ellas son tan comunes que se han convertido en mitos, siendo así seguidas por algunos que las consideran ciertas.

Soy emprendedor desde hace ya muchos años, pero también he trabajado en grandes empresas para otras personas, y eso me ha valido para ver los tipos de mentiras que se cuentan tanto desde una parte de la barrera como de la contraria.

Y por eso aquí voy a descubrirte cuáles son las 4 mentiras más grandes que se cuentan en el mundo empresarial y que tú, seas empleado o empleador, debes evitar si no quieres ver tu reputación dañada.

 

4 grandes mentiras que se dicen en el mundo empresarial

 

1. La única solución para levantar esta empresa es trabajar más

¿Qué pasa cuando una empresa no consigue el rendimiento esperado, y ve que sus beneficios en vez de aumentar tan sólo se quedan estancados, o peor aún, disminuyen?

Para muchos directivos la respuesta más fácil es no hacerse cargo de sus responsabilidades y echar balones fuera. En concreto, hacer recaer esa responsabilidad en sus empleados.

Una de las afirmaciones más escuchadas de la boca de los magnates es que “la única solución para que la compañía salga adelante es trabajar más”.

En ciertos casos puede ser verdad, pero la mayoría de las veces no es más que una frase tóxica con la que sólo se consigue desmotivar a los empleados y no aporta ningún beneficio.

El remedio a este tipo de situaciones comienza por analizar los puntos débiles de la empresa, pues en ocasiones poco tienen que ver con la productividad de los trabajadores.

 

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2. No necesito ayuda de nadie: yo puedo hacerlo solo

Esta suele ser una mentira muy común que los propios emprendedores se dicen así mismos, especialmente cuando nunca antes han tenido un negocio y son principiantes en el mundo empresarial.

Creen que pueden hacer una infinidad de proyectos a la vez.

Ellos solos están dispuestos a gestionar la captación de nuevos clientes, a crear sus campañas de marketing, manejar sus presupuestos, y un sinfín de tareas más como si fuesen superhéroes.

Pero de lo que no se dan cuenta es de que querer abarcar demasiadas tareas resulta imposible, sobre todo si se intentan llevar a cabo en solitario.

Por muy buenas ideas o habilidades que se tengan, hay que ser consciente del límite de trabajo que se puede soportar, y no escatimar en algo tan importante como pedir ayuda cuando se necesita.

Siempre va a ser más rentable y satisfactorio hacer menos pero bien, que realizar muchas cosas a la vez y fracasar.

Es importante entender que nunca hay que infravalorar la colaboración de otros. Si bien es cierto que algunos trabajan mejor solos, no hay que escatimar en ayuda ajena.

 

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3. Nadie puede hacer mejor lo que hacemos nosotros

Esta gran mentira suele ser demasiado frecuente en aquellas empresas que no tienen apenas competencia en su sector, o que han conseguido un verdadero éxito en muy poco tiempo.

El principal problema aquí está en que aquellos que dirigen estas compañías: suelen ser personas prepotentes que creen que nada ni nadie les puede superar.

Y por culpa de esta actitud, todo un negocio (incluyendo a sus trabajadores) que podría haber tenido un camino brillante es probable que se vaya a pique mucho antes de lo que se cree.

Nada ni nadie es irreemplazable, especialmente en el mundo de los negocios.

Siempre va a haber competidores: tanto los que ya existen, como otros nuevos que puedan aparecer.

Pero la diferencia entre un buen líder y un mal líder es que el primero no se engañará, asumirá que esa competencia es buena, y pondrá todos sus esfuerzos por seguir mejorando su empresa en todos los aspectos cada día.

 

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4. ¡A la gente le va a encantar esto!

¿Acabas de tener una estupenda idea para fabricar un nuevo producto u ofrecer un servicio que a nadie se le ha ocurrido todavía? ¡Genial!

Pero ¿crees que porque a ti te parezca una idea maravillosa también le va a encantar al resto del mundo? Piénsalo dos veces.

Creer que nuestro proyecto gustará porque a nosotros nos parece excelente también es un autoengaño usual.

Lo que a ti te puede encantar, a otros puede que no les guste tanto, o incluso que lo detesten.

Ese es el motivo principal por el que siempre es necesario hacer un estudio previo para valorar las posibilidades de éxito de una idea o producto.

Lo ideal es realizar un estudio de mercado a conciencia en el que analicemos todos los factores que podrían intervenir en el triunfo o en el fracaso de nuestro proyecto (quiénes serán nuestros clientes, qué consumen, qué hábitos tienen de compra).

Así, ahorrarás en costes y podrás trabajar en otros planes.

 

Mentiras

 

Las mentiras existen en todos los ámbitos de la vida, pero en el entorno empresarial pueden ser demasiado peligrosas especialmente cuando se gestiona un negocio propio.

De hecho, en esta encuesta sobre comportamiento quedó comprobado que el 81% de las personas piensan que las mentiras piadosas son aceptables, y que la mayoría de ellas las utiliza de forma habitual tanto en lo profesional como en lo personal.

Sin embargo, una mentira, aunque puede funcionar durante un tiempo, al final siempre acaba saliendo a la luz, y las consecuencias pueden ser desastrosas.

Por eso, la honestidad es la mejor técnica a seguir siempre, tanto en los negocios como en la vida.

¿Qué opinas tú sobre estas mentiras que se dicen en el mundo empresarial? Déjame un comentario aquí abajo y dime qué piensas.

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