11 habilidades sociales que te faltan para tener éxito

Publicado el 21-02-2018

Comunicarse es algo esencial en la sociedad y es que no sólo se trata de simplemente hablar de temas triviales. Aprendemos mucho y nos informamos a través de una conversación con alguien más.

Sin embargo, para lograr todo esto, es de suma importancia tener ciertas habilidades que te permitan tener una comunicación con éxito.

Terminando mi adolescencia, comencé a desenvolverme bastante bien con las personas a mi alrededor a pesar de ser un poco tímida.

Siempre he tenido mejores habilidades sociales para hablar con las personas mayores, y cuando digo mayores me refiero de 40 años en adelante.

Por otro lado, a lo largo de los años me ha costado ser más comunicativa con los de mi edad. El relacionarme con ellos, aunque ahora no me cueste tanto, sigue siendo una tarea un poco difícil para mí.

Eso empezó cuando comencé la etapa de la universidad y tuve que irme hacia un lado más laboral al intentar nuevos empleos.

El poder relacionarme con los demás comenzó a tener un papel incluso más relevante ya que al no tener buenas interacciones con otros, podía perder muchas oportunidades y puertas que se abrían en mi camino.

De hecho, al cuarto mes de mi carrera universitaria, seguía siendo un poco reservada con mis profesores.

Me costaba comunicarme y desenvolverme con facilidad, pero no podía dejar pasar las oportunidades, así que tomé todo el esfuerzo y comencé a emplear las pocas habilidades sociales que tenía en ese momento.

Recordé lo importante de desarrollar tus habilidades sociales, y una vez que lo hice, todo se volvió mucho más simple en varios aspectos de mi vida.

Por eso aquí voy a enseñarte lo que yo hice para mejorar en esos aspectos con unos truquitos muy sencillos que tú también puedes empezar a emplear hoy mismo para mejorar tu inteligencia emocional, y ver resultados en menos tiempo del que imaginas.

 

 

¿Qué y cuáles son las habilidades sociales?

Las habilidades sociales son aspectos de tu personalidad que te permiten comunicarte e interactuar con las demás personas y desarrollar tu inteligencia emocional. No necesariamente consiste en hacerlo mediante el habla sino también por medio del lenguaje corporal.

Muchos creen que se nace con las habilidades sociales. Lo cierto es que lo mejor de ellas es que puedes adquirirlas y desarrollarlas con el tiempo y la práctica. No es algo que estés destinado a tener o no.

En cuanto a cuáles son, si buscas por internet encontrarás decenas e incluso cientos de habilidades que deberías adquirir y mejorar para ser exitoso o alguien “normal” (por ponerle un término) en la sociedad.

Si tuviera que clasificarlas, las colocaría en dos categorías: básicas y complejas.

Por ejemplo, las básicas vendrían siendo todas aquellas que involucran el simple hecho de hablar, la forma en la que te diriges a otros, gratitud y todo lo que define un comportamiento a primera vista y se profundiza con el tiempo cuando vas conociendo a la persona.

Si nos vamos a las complejas, las definiría como aquellas que requieren un poco más de ti en todo sentido, las que no son fáciles de adquirir o tener desde muy pequeños.

Como aceptar nuestros errores, ser persuasivos, tener tolerancia en cuanto a cualquier acto contra ti. Todo lo que envuelve una interacción más a fondo con alguien más de la sociedad.

Para ser un poco más precisa las habilidades básicas más importantes para ser inteligente emocionalmente vendrían siendo las siguientes:

  1. Saber escuchar
  2. Ser amable
  3. Simpatía
  4. Empatía
  5. Comunicarse verbalmente
  6. Asertividad

En cuanto a las más complejas, se incluyen:

  1. Respeto
  2. Pedir ayuda
  3. Pedir perdón
  4. Credibilidad
  5. Paciencia

Entrando en las habilidades sociales básicas, la más importante de las 5 para mí sería saber escuchar. No puedes hablar y hablar sin saber escuchar o prestar atención a lo que otros intenta decirte.

La mayor parte del tiempo durante una conversación, pasas más tiempo pensando en lo que dirás, en tus problemas o incluso en la inmortalidad del cangrejo, pero no sueles prestar casi o nada de atención a quien o quienes te hablan.

Ahora, saber escuchar no es simplemente prestar atención al hablante, sino darse cuenta de todo el lenguaje que está empleando y lo que intenta comunicarte en profundidad.

En cuanto a ser amable, nunca tendrás una comunicación o interacción exitosa mientras te acerques a esa persona con poca amabilidad.

No es una forma de alabarme pero me considero alguien bastante amable con todos los que conozco y desconocidos incluso.

A pesar de que sigo siendo un poco tímida, la gente suele acercarse mucho a mi para pedir ayuda o simplemente conversar y me han dicho varias veces que es por lo amable que soy o me veo a simple vista.

Entonces, sin hacer mucho esfuerzo y con sólo ser amable, logro una comunicación exitosa con los demás.

Todos aman a alguien agradable y que sepa llevarse con otros, la simpatía es una habilidad social que atrae a muchas personas y facilita mucho el intercambio de información y el simple hecho de poder relacionarse con otros.

Las personas simpáticas, suelen presentar bastante empatía. Esta última, te permite saber muy fácilmente cómo se siente la otra persona y sentirte identificada con ella logrando así una facilidad increíble para poder comunicarse.

Yendo hacia el lado de comunicarse verbalmente, debes saber que para hablar con otros no se requiere todo el tiempo decir ni una palabra. A veces el lenguaje no verbal dice mucho más que mil palabras.

Ahora, si nos enfocamos en la comunicación verbal, es de primera importancia si quieres desarrollar una buena comunicación con otros, que entiendas que no sólo se trata de hablar sino de saber cómo hacerlo y escoger las palabras adecuadas.

Hay muchas personas que hablan pero al apenas decir una palabra espantan al resto de las personas.

Por eso, debes añadir las demás habilidades sociales y aplicarlas. Ser amable, empático y simpático mediante el habla. Recuerda, no es lo que dices sino cómo lo dices.

Por último pero no menos importante, ser asertivo.

Siempre encontrarás opiniones distintas a las tuyas, ideas y pensamientos que son totalmente opuestos a lo que crees.

Si alguien intenta objetar y atacar algo en lo que crees de forma directa o indirecta, está bien que lo defiendas pero si eres asertivo, eso significa que tratarás de defenderlo mientras respetas el ideal de otros.

Por eso es importante que mediante una comunicación seas asertivo para que puedas expresarte de forma apropiada sin ofender o dañar a alguien más en el proceso de intercambio de opiniones.

 

 

Volviendo a las habilidades sociales complejas, comencemos con el respeto.

El respeto va de la mano de la asertividad y es que, si no se encuentra presente esta habilidad por parte de al menos una persona, la interacción será un fracaso total.

Ante nada, siempre tienes que mostrar respeto a otros y no sólo en sus ideales o pensamientos, sino de cualquier forma física o mental.

Además, al mostrar respeto hacia otros, se vuelve mucho más sencillo entablar una comunicación ya que le haces sentir a la otra persona que en efecto, no la juzgarás y respetarás cada cosa que ella exponga en algún momento.

Da confianza el poder interactuar cuando muestras respeto hacia otros.

El pedir ayuda posiblemente lo veas como algo diferente a una habilidad social, pero lo cierto es que con el paso del tiempo a la mayoría se nos hace más difícil saber pedirla.

Por ejemplo, cuando estás en el trabajo y no sabes cómo ingresar las cifras que te mandaron, no sabes qué hacer o cómo solucionarlo.

Hoy en día muchos intentan resolverlo por ellos mismos y es que, el pedir ayuda resulta tan complicado. A veces una buena socialización o interacción comienza con un simple “¿podrías ayudarme, por favor?”.

No tengas miedo o te sientas cohibido de pedir ayuda, es una habilidad social que te ayudará más de lo que crees en el camino.

Algo mucho más difícil, casi imposible para algunos, es saber pedir perdón.

Ten en cuenta algo, casi todas las habilidades básicas más algunas de las complejas, te ayudan a adquirir o desarrollar el saber pedir perdón.

Posiblemente lo sepas o quizás no, pero para mí y estoy segura que mucha gente en el mundo, el pedir perdón es una de las cosas más importantes y significativas a la hora de relacionarte con otros.

Cuando haces algo mal, eres irrespetuoso sobre un punto de vista de otra persona y cualquier acción que requiera una disculpa, es esencial que lo hagas y no lo dejes para después.

Muchas veces se crean malentendidos y para que la conversación o interacción pueda continuar, se necesita pedir una simple pero complicada disculpa.

Así que trabaja en pedir perdón al menos comenzando por las cosas básicas, errores tontos, para que así cuando tengas que relacionarte o hacerlo con otros, no te cueste tanto y no impida poder tener una comunicación exitosa.

Credibilidad. Algo que tiene que ver bastante con las comunicación verbal y el cómo te expresas.

Seguramente has conocido alguna persona que al decirte algo, inmediatamente crees que es mentira. Por supuesto, hay otras ocasiones en donde piensas al escuchar un simple hola, “es totalmente cierto lo que dice”.

La credibilidad es esencial, sobre todo cuando quieres construir o forjar alguna relación nueva, ya que a través de ella se desarrolla mayormente la confianza que los demás tienen hacia ti.

Cuando eres y te muestras creíble, las personas suelen ser mucho más honestas y abiertas contigo. Básicamente, también comienzan a mostrar varias de las habilidades sociales que te he explicado a lo largo del artículo.

Para finalizar con las habilidades, nunca olvides la paciencia. Ser paciente es una virtud que unos tienen en mayor nivel que otros.

Yo por ejemplo, soy alguien paciente y a la vez no. Cuando me toca interactuar o conversar con alguien, soy bastante calmada a la hora de esperar que esa persona se exprese, me haga saber sus ideas.

Pero en situaciones que se tratan de esperar que alguien llegue a nuestro encuentro, en sí, esperar me desespera. Soy sumamente impaciente en ello.

Más allá de un entorno social o relaciones, ser paciente también te ayuda a ti mismo a no estresarte o enojarte fácilmente con cualquier cosa.

Por lo que al hablar con otros, no explotarás en algún ataque de desesperación o ansiedad. Relájate, la paciencia es signo de que lo estás.

Adquirir y desarrollar todas estas habilidades pero sobre todo, saber cómo y cuándo usarlas, te abrirá muchas puertas en cualquier aspecto de tu vida.

Por eso, todas ellas forman parte del camino para ser exitoso, para triunfar en cualquier cosa que te propongas.

Si tienes una lista de por hacer y qué hacer para lograr alguna meta o logro, incluye el aprender y desarrollar tus habilidades.

Además, tenerlas también te traerá una vida más sencilla y tranquila, con menos estrés ocasionado con las interacciones que tenemos con otras personas.

 

 

¿Cómo se adquieren las habilidades sociales?

Para conseguir mejorar tus habilidades sociales, primero debes evaluarte a ti mismo, definir cuáles tienes y, finalmente, desarrollar las habilidades que deseas adquirir. Muchas se consiguen por medio de hábitos muy sencillos, pero las demás puedes obtenerlas practicando e interactuando con otros que ya las posean.

Todo es cuestión de práctica y esfuerzo. Antes de poder adquirir habilidades sociales debes sacarte cierta idea de tu cabeza. Incluso si no la tienes, entonces con esto evitarás que surja algún día.

Las habilidades sociales no son innatas.

El error de la sociedad es que en ocasiones nos hacen creer que las habilidades son cosas que adquirimos cuando nacemos, que no podemos decidir cuáles tenemos o adquirimos.

Por eso hoy vengo a decirte, puedes tener lo que sea mientras sigas el camino correcto.

Así que, comenzando por cómo adquirirlas, es algo que requiere práctica e interacción más que cualquier otra cosa.

No hay mejor forma de aprender y desarrollar tus habilidades sociales que relacionándote con otros y poniendo en uso las que ya tienes.

Sé que una de las razones por la que debes estar leyendo este artículo en este preciso momento, es porque sientes que careces de habilidades sociales.

El problema que no logras ver es que la única razón por la que realmente careces de ellas, es por no relacionarte e interactuar con las demás personas.

Todos nosotros, incluyéndote, solemos seguir el ejemplo de otros, copiar algunos atributos o habilidades que nos llaman la atención de ese individuo.

En este caso, al relacionarte con otros y practicar una y otra vez, te permite crear una relación que te abre puertas para poder conocer mejor a esas personas.

Fíjate, con el simple hecho de relacionarte más, ya estarás adquiriendo el comunicarte verbalmente con otros y si eres alguien que tiene alguna discapacidad para hablar, no te preocupes, comunicación no verbal entra en el paquete al conversar con otros.

Si no crees que el simple hecho de relacionarte con otros te esté ayudando a adquirir nuevas habilidades sociales, te enseñaré por qué debes continuar haciéndolo y principalmente, cómo hacerlo.

 

 

 

Ahora que estás consciente de que quieres adquirir habilidades, entonces cuando estés relacionándote con otros, esa idea estará presente en tu mente.

Siguiendo esa idea, piensa de la siguiente forma: cuando comienzas a hablar con alguien, amigo o desconocido, enfócate en escuchar (que es la primera habilidad de la que hablamos).

Al enfocarte en ello, podrás notar dos cosas, si ya tienes la habilidad o simplemente comenzarás por adquirirla en ese momento.

Todo es cuestión de someterte y sumergirte en ello para así practicarlo o adquirirlo en el proceso.

Lo mismo ocurre con ser amable, paciente, asertivo y todas las que mencioné anteriormente.

Para ser amable, por ejemplo, interactúa con personas que lo sean, que tengan esa habilidad social y comienza a adquirirla mediante observación y práctica con ellos.

Cuando se es adulto, adquirir habilidades nuevas requiere más trabajo y esfuerzo de lo común, por eso, no te desesperes, todo puede ser aprendido teniendo un poco de paciencia.

Sólo pon de tu parte, adquiere y práctica conversando con más personas, sal al mundo y no te sientas cohibido por iniciar una conversación.

Dejarás de no tener habilidades sociales, una vez que comiences a socializar más con otros.

Sé que posiblemente es un poco difícil para ti si eres alguien tímido o bastante retraído pero si es así, comienza por allí, por eliminar esa timidez y el miedo a hablar para que puedes tener más confianza en ti mismo.

Hay muros personales que debes superar antes de comenzar el proceso de adquisición así que, como un bonus para ti, evalúa si tienes alguna condición o mejor dicho, personalidad, que te haga ser más cerrado y evite que puedas relacionarte con otros.

Una vez lo tengas claro, trabaja en ello primero y vuelve aquí.

Si eres tímido, te invito a leer este artículo donde hablo sobre cómo perder la timidez: Cómo perder tu timidez para siempre con estos 6 ejercicios.

 

¿Cómo mejorar mis habilidades sociales?

 

1. Compórtate como una persona sociable

Mucho de lo que haces o te propones hacer, es frenado en ocasiones porque tú crees que no puedes conseguirlo.

Así que antes de que choques contra ese muro, déjame decirte que además de creerlo tu mismo, debes comenzar a comportarte como realmente te gustaría ser.

Parte desde allí, comienza a actuar como una persona social, alguien que controla perfectamente sus habilidades sociales.

Incluso si no lo haces, eso es lo de menos.

El objetivo es que te sientas de esa manera, que a pesar de ser difícil al principio, con el tiempo te acostumbrarás a ello y sobre todo, si le estás dedicando tiempo y práctica a mejorar tus habilidades.

El comportarte como alguien sociable es la mejor forma de dejar tus nervios, inseguridades y la ansiedad que te hace retraerte todo el tiempo y te impide poder comunicarte e interactuar con otros.

A veces es necesario que presiones un poco para poder llegar a algo.

Por eso, trabaja en tu actitud y en ti mismo para que luego puedas exteriorizar.

 

 

2. Empieza poco a poco

Sé que el paso anterior es un poco contradictorio con este, pero no es realmente el caso.

Si bien actuar como alguien social puede ser quizás demasiado para ti, no necesitas ir de un lugar a otro socializando con cada persona que se cruce en tu camino.

Todos somos distintos, así que es muy posible que para ti sea más fácil o difícil el proceso de mejorar tus habilidades sociales.

En el caso de que represente mucha dificultad, te recuerdo, no hay apuro. Por ello, comienza de a poco si crees que es necesario.

Por ejemplo, si comienzas a actuar más social, como te decía, no es necesario que hables con todos.

Podrías comenzar en sitios pequeños, con pocas personas y sobre todo, interacciones que no lleven mucho tiempo y envuelvan sólo una conversación corta.

Sólo ve despacio y a tu propio ritmo.

Busca situaciones y actividades que no envuelvan la necesidad de relacionarte mucho con otros al inicio y con el tiempo, ve incrementando la cantidad de tiempo y personas con las que te comunicas.

 

 

3. Aprende a iniciar una conversación

Seguramente has pasado por situaciones incómodas donde al acercarte a alguien, no sabes qué decir o lo que salió de tu boca creo sólo una conversación muy corta y quizás, ni siquiera la ocasionó.

Te presionas mucho cuando quieres iniciar una interacción, por lo que preguntas sin sentido y fuera de lugar suelen venir a tu mente muy seguido.

Otro error que cometes al iniciar una conversación, es entrar de lleno en un tema muy personal tuyo o de la otra persona.

Déjame darte un tip que cambiará tu forma de iniciar una conversación: inicia con una pregunta o comentario totalmente general y nada profundo.

Cada vez que voy a hacer la cola del banco, hay días que no quiero entablar conversación pero cuando quiero, busco con quién hablar durante la espera.

No me presiono en hacer una pregunta o comentario “inteligente”, sólo uno que sea agradable y carezcas de cualquier insinuación o pueda malentenderse. Algo como, “esta súper larga la cola hoy”.

En ocasiones cuando alguno tiene un perro de mascota, para mí es incluso más fácil iniciarla.

No lo pienses demasiado, mantente simple y busca un tema que también sea fácil para ti.

 

 

4. Observa a otros

Los mejores profesores a veces son todas las personas a tu alrededor.

Si quieres mejorar tus habilidades sociales, ¿por qué no observar a otros que las manejan a un grado mayor que el tuyo?

Es simple, no es cuestión de copiar su comportamiento o adoptar la personalidad de ellos, sólo necesitas evaluar cómo interactúan con el resto de las personas y ver en qué son mejores que tu.

Tampoco olvides ver los errores, de esa forma tendrás en mente lo que debes mejorar pero también lo que no debes repetir o caer en ello.

Este proceso es uno de los que apliqué durante más tiempo para poder mejorar mis habilidades sociales.

En mi caso, fui un poco más selectiva y tomé como ejemplo a una amiga muy cercana que era todo lo opuesto a mi en ese sentido.

Extrovertida, buena oyente, amable y con muchas habilidades que se necesitan para entablar una buena conversación o interacción.

No la acosaba ni mucho menos, sólo me dedicaba a observarla ocasionalmente. Su forma de expresarse y su comportamiento con otras personas además de mi.

Haciendo esto, me di cuenta de muchas cosas que no hacia y me faltaban para poder abrirme un poco más.

Así que a partir de observarla, comencé a aplicar a mi manera, todos esos factores y gestos que la hacían verse mucho más social y con gran control de sus habilidades.

Créeme, las mejoré muchísimo haciéndolo.

Si tuviera que escoger uno de las mejores formas para mejorar tus habilidades, esta sin duda sería la primera de ellas.

 

 

5. Practica tu lenguaje corporal

La comunicación no se basa simplemente en hablar y escuchar. Anteriormente mencioné que nuestro lenguaje corporal a veces habla mucho más por nosotros que unas simples palabras.

Por ello, es esencial que practiques los gestos, posturas y movimientos que realizas con tu cuerpo.

Podrás no notarlo, pero hay movimientos o gestos que hablan mucho de nuestro estado emocional o de lo que intentamos decir en palabras.

Por ejemplo, el contacto visual es uno de los puntos más relevantes cuando se habla de lenguaje corporal ya que el simple hecho de no mantener la vista fija en la persona con quien hablas puede trasmitir varios mensajes.

Normalmente si alguien no te ve mientras están teniendo una conversación, se malinterpreta de una forma grosera y que no le están dando mucha importancia a la conversación que está tomando lugar.

Así que si no sabes por dónde comenzar a practicar, empieza desde el contacto visual.

Por otro lado, si sonrieras más seguido, con ese simple gesto le estarás comunicando a otros que tienes deseos de interactuar con ellos.

Honestamente, si yo viera a una persona seria, brazos cruzados y que ni siquiera intenta hacer contacto visual, no comenzaría y mucho menos mantendría una conversación con ella.

Puede sonar prejuicioso, pero ese tipo de lenguaje te hace sentir incómodo y entender como si la persona no está interesada en hablar contigo.

Ahora, si me encuentro con alguien agradable a simple vista y una expresión facial con una sonrisa, no dudaría mucho el conversar con ella.

Puede ser algo superficial, pero la forma en la que te presentas a otros con el lenguaje corporal que utilizas, definirá si te acercas o alejas de ellas.

 

 

6. Usa tus buenos modales

Gracias, buenos días, buenas tardes, hasta luego, que tenga buen día. ¿Alguna vez te has dado cuenta de lo agradable que es escuchar cada una de esas frases?

Soy una creyente de que, a pesar de cuánto avanza la tecnología y la sociedad en sí, cada día se pierden los modales que deberían ser inculcados desde una corta edad.

Es triste saber que al entrar a un lugar, de 10 personas, 3 o 4 sean las únicas que respondan tus saludos o se dedican a darte un buen día.

Para mí los buenos modales significan todo y aunque esté perdiéndose bastante de ellos, te aseguro que para la mayoría de las personas, también es sumamente importante.

Por eso, no hay nada mejor que conversar con alguien que se comporta y sabe tratar a otros con buenos modales.

Que diga un simple “gracias” o “de nada”.

Aunque, los buenos modales no se resumen solamente en la forma de hablar o de expresarse, debes llevarlos a la mesa, tu comportamiento y las acciones que realizas.

Tener buenos modales da una imagen de que eres alguien amable, con buenas costumbres y muy agradecido.

Así que, tómate el tiempo para practicarlos. Verás que en nada tus habilidades sociales irán mejorando cada vez que practiques tus buenos modales.

 

 

7. Aleja la negatividad

Ser negativo te detiene de dar el siguiente paso, de comenzar una conversación o interacción con alguien más.

Todas esas ideas que se forman en tu cabeza de lo que podría o no salir mal, deben desaparecer lo antes posible.

En todo lo que se trata de éxito personal, de mejorar algo de ti mismo y que influencia en tu relación con el resto del mundo, ser negativo siempre se verá envuelto en ello.

Cuando eres negativo respecto a algo, es muy probable que ocurra ese mal pensamiento que estás teniendo sólo porque estás muy predispuesto a ello.

A veces las cosas malas suceden porque eso esperamos que suceda.

Por eso, identifica los pensamientos que te están arrastrando a ser asocial e impiden que adquieras tus habilidades sociales.

Si quieres mejorarlas, tampoco podrás hacerlo mientras tu mente se mantenga en una negatividad perenne, no podrás avanzar más de donde estás.

Reemplaza toda esa negatividad por algo positivo.

Si quieres conversar con alguien más, comienza a tener pensamientos como “Yo sí puedo y tendré una conversación agradable”.

 

 

8. Únete a un grupo de ayuda

Normalmente cuando escuchas sobre grupos de ayuda, relacionas que son para personas con algún problema o vicio.

Hay grupos dispuestos a ayudarte en algo tan común como no tener tus habilidades sociales muy desarrolladas.

La parte más difícil para ti, debe ser desenvolverte en la sociedad y simplemente hablar con otras personas, por eso, un grupo de ayuda puede ser la mejor opción cuando sientes que no puedes superar tu etapa de timidez e inseguridad.

Entonces, como dije algunos puntos atrás, no te presiones por intentar hacer algo todo a la primera, intenta ingresar a un grupo o comunidad donde te sientas más cómodo y puedas interactuar más fácilmente.

Aunque practicar y observar a otros puede ser un gran paso para mejorar, a veces simplemente no es la mejor opción para ti.

Si ese es el caso, quizás intentar hacerlo con personas que están en tu misma situación y proceso puede resultar más reconfortante y fácil de hacer.

 

 

9. Ponte metas a corto y largo plazo

Puede ser complicado visualizar hasta donde quieres llegar, pero cuando quieres mejorar o comenzar algo nuevo, siempre es importante ponerte un punto de partida más todas las escalas o paradas que debes realizas hasta que finalmente, llegues a la línea de meta.

Ya que debes estar mucho más entusiasmado para comenzar a mejorar tus habilidades sociales, te encuentras en la línea de partida, ahora, ¿dónde quieres tomar un descanso para seguir adelante?

Por ejemplo, tu primer objetivo al iniciar será eliminar tu timidez. Esa sería la primera estación y meta a corto plazo.

La idea es que sigas así, constantemente.

Por supuesto, nunca dejes de pensar en el objetivo principal, cuán lejos quieres llegar con todo el camino que estás o vas a comenzar a recorrer.

Hacer esto, te permite siempre estar motivado y no abandonar, pero más allá de ello, es muy útil para que te enfoques en lo que debes hacer para mejorar tus habilidades.

Es fácil distraerse de tus objetivos incluso cuando los deseas con fervor, así que cuando te estés proponiendo tus metas, planifica también lo que harás para llegar a cada una de ellas.

Este paso como una ventaja adicional, también es para recordarte en ir despacio y que todo tiene su tiempo.

Enfócate en lo que creas más relevante primero, plantéate esa meta y luego podrás continuar con la vía principal.

 

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10. Aprende cuándo no debes hablar

En ocasiones confundimos el silencio como un momento incómodo, lo que usualmente nos lleva a cometer un error cuando estamos conversando con alguien más: hablar sin parar.

Hay momentos en donde no es necesario decir una palabra para poder comunicar algo que quieras, más allá del lenguaje corporal, hay veces que debes mantenerte en silencio para no romper el buen ambiente e incluso la interacción que estás teniendo.

Cuando hablas demasiado, en la mayoría de las ocasiones dices más de lo que te gustaría y terminas arrepintiéndote de haber mencionado algo.

Ahora, cuando hablas poco, es cuestión de tiempo para que la interacción resulte incómoda pero esto sólo sucede si la conversación ha sido poco agradable desde el inicio.

Personalmente, cuando estoy teniendo una conversación agradable, no me importa que hayan unos segundos o incluso minutos de silencio de por medio.

Los temas se agotan, es algo inevitable porque hay algunas cosas sobre que hablar que no van de acuerdo a la situación.

Así que cuándo hablar y cuándo no, se limita a que sepas reconocer si un silencio es incómodo o no.

Esa parte es bastante simple, cuando el ambiente se siente tenso o no sientes que la persona esté teniendo un momento agradable contigo, es lógico que el silencio que se forme será incómodo.

Por otro lado, si aún estando en silencio no sientes ninguna clase de presión o preocupación, entonces no debes preocuparte por él.

Habla cuando la conversación este fluyendo, pero si se crea un silencio, piensa bien cómo debes romperlo o simplemente, hay veces que no debes hacerlo.

Además, hay días que las personas puede que no sean amargadas sino que no desean hablar. Identifica el estado de ánimo de la persona con la que deseas entablar una conversación y así sabrás si deberías o no hacerlo.

 

 

Todos tenemos cierto problema con nuestras habilidades sociales y por eso pensamos muchas veces no tenerlas.

Si no las tienes, no te desanimes, puedes adquirirlas con arduo trabajo y esfuerzo. Si ya las tienes, no esperes más y ponte a mejorarlas con los pasos que te di.

Yo mejoré mucho cada una de ellas y con el tiempo sigo aprendiendo y mejorando, empleándolas y a su vez, practicándolas diariamente.

¿Qué habilidades te faltan y crees que necesitas mejorar? ¡Compártelo en los comentarios!

0 thoughts on “11 habilidades sociales que te faltan para tener éxito

  1. creo que me identifica mucho el diez 🙁 hay veces en que encuentro que estar en silencio, incomoda o hasta provoca aburrimiento, pero tienes razón, es mucho peor hablar por hablar, gracias por los consejos… saludos 🙂

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