50 formas secretas para ahorrar dinero durante todo el año

Publicado el 23-04-2019Reloj junto a cinco filas de monedas

Si me preguntas qué es más difícil entre encontrar formas de ahorrar dinero o madrugar para ir a trabajar, sería un empate.

Pero cuando te acostumbras a la rutina de levantarte o aprendes cómo ahorrar dinero, todo se da mucho más fácil.

Por eso aquí quiero compartir contigo 50 formas para ahorrar dinero que yo pongo en práctica todos los días del año. Cada una me ha ayudado a ahorrar más de $3800 al año para mis emprendimientos, viajes y mi futuro en general.

 

Infografia con 50 formas de ahorrar dinero

 

¿En qué necesitas ahorrar dinero? Haz click en cada método aquí abajo

Formas generales de ahorrar dinero

Cómo ahorrar dinero rápido

Formas de ahorrar dinero en casa

Formas de ahorrar dinero para un viaje

▶ Trucos para ahorrar día a día

▶ Cómo ahorrar dinero siendo estudiante

▶ Formas de ahorrar dinero en pareja

 

Formas de ahorrar dinero

 

1. Haz un control diario de tus gastos

Muchas de las personas que conozco se encargan de hacer anotaciones de sus gastos semanales o mensuales. Sin embargo, esta no es una forma muy precisa de saber cuánto gastaste realmente.

Si realmente quieres saber cuánto gastas y en qué, para poder ahorrar lo que sobre de ello, debes tener un monto exacto de todo.

Si haces un control semanal o mensual en lugar de uno diario, estarás omitiendo muchos gastos “pequeños”.

La mayoría de esos gastos tienen mucha relevancia a la hora de hacer un cálculo global de cuánto dinero estás usando.

Por ejemplo, si haces un resumen una vez a la semana, probablemente estás omitiendo el café que te tomaste el lunes por la mañana, el taxi que tuviste que pagar el miércoles y el almuerzo que tuviste con tu jefe el viernes.

Y sólo estás incluyendo los gastos más grandes o que recuerdas con mayor facilidad como las compras del supermercado.

Al hacerlo diariamente, estarás anotando hasta el centavo que gastaste en una máquina expendedora y conocerás la cantidad exacta.

Cuando sepas cuánto sueles gastar, podrás sacar un estimado de cuánto podrías ahorrar cambiando algunos hábitos, eliminando algunos gastos o si al final de todo eso te queda cierta cantidad de dinero que podrías guardar.

Para poder anotar tus gastos y mantener un control de ellos no necesitas tomar un libro de cuentas y hacer todo a mano como se hacía antes.

Hay muchas herramientas donde puedes llevar un buen control y que incluso te ayudarán a darte un total mientras más datos ingresas.

Las hojas de Excel son muy buenas para ello y es fácil de usar. Llegas a tu casa, enciendes unos 5 minutos el computador y anotas los gastos que hiciste durante el día. Pero si encuentras más cómodo hacerlo a la vieja escuela y sentarte en una mesa con tu papel y lápiz, siempre puedes hacerlo.

Los primeros días e incluso el primer mes resulta un poco incómodo y tedioso, pero cuando le hayas tomado el gusto no querrás dejar de hacerlo.

 

Hombre usando calculadora

 

2. Clasifica tus gastos

Cuando ya comiences a anotar los gastos que haces y conozcas con exactitud en qué tipo de cosas utilizas tu dinero, es momento de que clasifiques cada uno de ellos, desde el más importante hasta el que puedas eliminar sin pensarlo dos veces.

Siendo un poco objetiva, los únicos gastos importantes que deberíamos tener son los gastos de la casa como los servicios básicos y la comida.

Si tienes alguna deuda como una hipoteca o vives alquilado en el sitio donde vives, son gastos importantes, pero que con el tiempo cuando lo vayas pagando o encuentres algo mejor, podrás eliminarlos de a poco hasta no tener que preocuparte más por ellos.

Por supuesto, estos gastos principales e incluso los que no son tan importantes y podemos categorizar como secundarios, dependen mucho del estilo de vida y las condiciones en las que vives.

Si tienes una familia compuesta por tu pareja y, por ejemplo, dos hijos que no pueden valerse por sí mismos, técnicamente deberías tener muchos más gastos importantes que alguien que vive solo.

Pero no necesariamente tiene que ser de esa forma.

Por eso, es bueno que te tomes un par de horas como mucho y pienses en qué es imperativo que gastes y en qué podrías NO tener que hacerlo.

A mí me gusta dividir mis gastos en 3 tipos: principales, secundarios y terciarios.

Para que te hagas una idea de cómo puedes clasificar tus gastos, te muestro cómo lo hago yo con los míos:

  • Principales: alquiler, servicios básicos (luz, agua, Internet y gas), comida para la semana, pago de mi universidad, la gasolina de mi vehículo, seguro de salud y auto, ayudar a mi familia con los gastos de la casa.
  • Secundarios: visitar a mi familia en otra ciudad, servicios adicionales (cable de televisión, teléfono), reparaciones o compra de repuestos para el auto.
  • Terciarios: compra de ropa, zapatos o regalos. Comer en restaurantes, suscripciones a revistas y periódicos, pago a personas de servicio por hacer las tareas del hogar.

 

Básicamente, esos son todos los gastos que yo tengo y puedes utilizarlo como guía para clasificar los tuyos.

En mi caso, yo vivo sola y debo pagar alquiler, pero también tengo que ayudar a mi familia con los gastos y las facturas de la casa.

Lo importante para poder categorizar todos tus gastos es que seas honesto y evalúes bien en qué es importante que gastes tu dinero y en qué no lo es.

 

3. Elimina parte de tus gastos

Ahora, si bien las formas de ahorrar dinero 1 y 2 no son exactamente “formas”, son importantes para que puedas comenzar a hacerlo y sepas dónde puedes reducir gastos y convertirlos en ahorro.

Cuando ya hayas determinado tus gastos principales, secundarios y terciarios, es momento de que vayas eliminando o al menos, reduciendo varios de ellos.

De la clasificación, los únicos gastos que lógicamente no puedes eliminar son los principales ya que son los que se enfocan en tu estilo de vida y el que puedas vivir bien y cómodamente, pero cuando se trata de los secundarios y terciarios es otra historia.

La mayoría de los gastos secundarios no suelen hacerse con mucha frecuencia y podrías, si bien no eliminarlos, reducirlos de forma considerable y así tener ahorro a partir de ellos.

Por ejemplo, si seguimos los gastos secundarios que yo realizo, fácilmente podría reducir los gastos en las facturas de teléfono con sólo utilizarlo menos. También podría visitar a mi familia una vez a la semana en lugar de dos.

Sin embargo, con los gastos terciarios se trata más de eliminarlos que reducirlos por el simple hecho de que no son importantes y representan gastar más dinero de lo que parece.

Comprar zapatos, ropa o regalos, no son cosas que hagamos todos los días (bueno, al menos yo no lo hago), pero admito que solía hacerlo una vez al mes cuando en realidad tenía suficiente en mi armario y no había necesidad de ello.

No las eliminé, porque es obvio que eventualmente tendré que hacerlas, pero sí elegí dejarlas sólo para ocasiones muy especiales o estrictamente necesarias. Lo mismo fue con las comidas que hacía con conocidos o por mi cuenta fuera de casa.

Se podría decir que las “eliminé” de lo que es mi día a día y los gastos regulares que hago.

Sin embargo, el dinero que gastaba en suscripciones innecesarias que casi nunca usaba y en alguien que se encargara de mi limpieza, decidí eliminar completamente ambos gastos.

Limpiar y hacer mis labores domésticas son actividades que puedo hacer por mi cuenta, y las suscripciones más que útiles suelen ser gastos que sólo absorben tu dinero sin que te des cuenta.

Nada más reducir un par de gastos y eliminar otros me sirvió para ver un gran ahorro tanto diario como mensual en mis cuentas.

Incluso apliqué el reducirlos en algunos gastos principales como los servicios de agua, gas y luz.

Si eres honesto contigo y tus gastos, podrías hacer lo mismo y ahorrar una gran cantidad de dinero que te servirá para emergencias o simplemente crear un colchón de ahorro.

 

Tijera y papel con símbolos de dólar cortado sobre una mesa

 

4. La mejor forma de ahorrar dinero: haz un presupuesto

Probablemente hayas leído y escuchado de esta forma de ahorrar dinero miles de veces, pero si es así, debes pensar que debe haber una razón muy buena detrás de ello para que todos lo recomienden.

Cuando ya sabes cuánto estás gastando y en qué lo estás haciendo, eso no significa que por conciencia propia vas a dejar de invertir el mismo dinero en los gastos que te has propuesto reducir o eliminar por completo.

Por eso, es importante que hagas un presupuesto donde te limites a gastar tu dinero en lo principal y secundario, de forma que el resto o excedente que quede de ese límite que te has puesto, resulte siendo un ahorro.

La mayoría de nosotros cuando cobramos nuestro salario o nos cae el ingreso que tanto hemos esperado, no solemos colocarnos un tope de cuánto debemos gastar. Por ello se comete el típico error de comprar sin medirse ni un poco.

Pero si hicieras un presupuesto, puedes planificar perfectamente a partir de los gastos que haces diariamente cuánto gastar en ciertas cosas.

Si vas al supermercado, en lugar de gastar $150 en el mercado de 2 semanas como solías hacerlo antes porque comprabas cosas muy caras y no te medías, podrías ponerte un tope de $100 en tu presupuesto que te alcanzará para comprar lo necesario e incluso darte un gusto.

Eso hará que nada más en ello estés ahorrando $50 de lo que solía gastar antes.

Planificar tu consumo te ayudará a optimizar todos tus gastos (lo creas o no) y aunque puede ser un poco tedioso tener que sentarte y hacer una lista donde calculas lo que gastarás, te aseguro que conseguirás ahorrar mucho dinero con ello.

 

Hoja con cuentas, calculadora y monedas

 

5. Paga tus deudas primero

Aunque hayas dividido tus gastos en principales, secundarios y terciarios, hay uno en específico que es mejor salir de él lo antes posible: las deudas.

Si las personas o los bancos nos prestaran dinero sin ningún interés, eso sería bueno y malo a la vez; además de que nadie haría tal cosa, por supuesto.

Bueno, porque no tendríamos que preocuparnos porque con el paso de los meses nos coman los intereses y terminemos pagando el doble de lo que solicitamos inicialmente.

Malo, porque así le daríamos incluso menos relevancia de la que ya le damos y tardaríamos mucho tiempo librándonos de ellas.

Si realmente quieres ver un ahorro de dinero sin necesidad de hacer mucho, dedícate a pagar todas esas cuentas pendientes que tienes.

Probablemente la razón principal por la que no le das mucha prioridad es porque puedes pagarlas por cuotas o no hay “apuro” en hacerlo. Pero olvidas el gran detalle de que mientras más tardes en saldarlas, más estarás pagando.

Una de las deudas más grandes que tuve, es la que adquirí para poder comprar mi propio auto y a pesar de que no fue a un banco sino a un amigo de la familia y no había una tasa de intereses, veía cómo absorbía gran parte de mis ganancias mientras más tardaba en pagarla.

Cuando llegaba el momento de pagar la cuota, se hacía mucho más difícil de lo que se veía originalmente porque terminaba siendo un gasto inesperado.

Por eso, cuando salí de ella, me propuse salir de mis deudas lo más pronto posible y así lo hice.

Vi mejora en la cantidad de dinero que me sobraba mensual y que incluso podía tomar la mitad de este para ahorrar y la otra para hacer un gasto terciario como un simple gusto como comer fuera con unos amigos.

Si te deshaces de tus deudas verás cómo ahorrar dinero y recuperar una gran parte de tus ingresos sin verte obligado a renunciar a otras cosas necesarias e importantes, es sumamente fácil.

 

Hombre contando dinero

 

Cómo ahorrar dinero rápido

 

6. Abre una cuenta de ahorros

¿Te cuesta NO gastar? Eso se soluciona fácil con tan solo abrir una cuenta de ahorros donde coloques todo el dinero que vas, obviamente, ahorrando.

Muchos solemos abrir una cuenta bancaria inicial que es la que utilizamos hasta el sí basta y recibimos todos nuestros ingresos, pero si lo que quieres es ahorrar, la idea de tener todo tu dinero junto al que tienes previsto para tus gastos no es la mejor opción.

Es mejor que, luego de hacer tu presupuesto, dividas tu dinero entre el límite que te has puesto y el excedente de tus ingresos.

Para ello, puedes abrir una cuenta de ahorros donde puedes transferir o depositar todo el dinero que sobre de tus ingresos de forma automática.

Si no estás seguro de cuánto sobra de tus gastos, bien puedes automatizar un depósito mensual o quincenal en tu cuenta principal a la de ahorros.

Por ejemplo, si te pagan quince y último, y tienes un sueldo de aproximadamente $750 mensuales, significa que recibes $375 cada 15 días.

De esos $375, supongamos que gastas alrededor de $300 en todos tus gastos principales y algunos secundarios, lo que te deja un excedente de $75 que fácilmente puedes transferir a tu cuenta de ahorros.

Si haces esto cada quincena o al menos una vez al mes, verás que vas creando una gran suma en tu cuenta bancaria.

Si no estás seguro de dejar un excedente, entonces proponte pasar parte de tu dinero a la cuenta de ahorros para que puedas ir guardando de a poco.

Por supuesto, una vez esté en esta cuenta alterna NO lo gastes.

Para eso, puedes fácilmente abrir la cuenta y no solicitar la tarjeta de débito o chequera que te permitiría retirar parte del dinero.

O también podrías restringir los egresos de ella a menos que vuelvas al banco y firmes una autorización que los permita.

Es una forma rápida de ahorrar dinero porque no estás condicionado a hacer algo para ello.

Simplemente tienes que apartar una cantidad de dinero que recibes mensualmente o cada fecha de pago.

Ya sea mucho o poco, cada vez que le des un vistazo a tu cuenta de ahorros verás que tienes una cantidad específica ahorrada y sin haber hecho nada.

 

Mujer colocando monedas en una alcancía

 

7. No utilices tus tarjetas de crédito

La diferencia entre utilizar tus tarjetas de crédito y las de débito es que, si no tienes dinero en tu cuenta bancaria, esta última simplemente será rechazada al momento de pagar.

En cambio, las tarjetas de crédito a pesar de que tienen un límite, muchas veces puedes excederlo y el mismo banco te ofrece una cantidad más grande para gastar debido a la cantidad de movimiento que realizas con ella.

Básicamente, tiras y tiras de ellas hasta que quedan en cero y con una deuda enorme al banco.

Esto también significa que lo más probable es que mientras utilizaras tu tarjeta de crédito, lo menos que debiste hacer era anotar los gastos que hiciste con ella.

Incluso si revisas tu banco, de nada servirá si ya gastaste más de lo que deberías con ella.

Lo peor de todo es que no te das cuenta de cuánto vas gastando y en lugar de decir “ya, esto es todo lo que gastaré”, sigues utilizándola hasta que no tiene más dinero.

Lo sé porque yo también tuve la etapa donde hacía mis cálculos mentales y decía “aún me quedan $5, con eso me puedo comprar un café”, en lugar de arroparme hasta donde me llegaba mi cobija y no dejar en un saldo negativo mi tarjeta.

No me malentiendas, esto tampoco significa que en lugar de usar las de crédito te vayas por las de débito porque en esencia, será el mismo resultado.

Lo ideal es que, si te es posible, utilices efectivo para pagar tus cuentas y las compras que realizarás.

De esta manera, te mantendrás al margen y tendrás esa sensación de “mi dinero se está terminando”.

No es lo mismo que salgas con tu tarjeta con todos los cientos de dólares en ella a tu disposición, a que sólo tomes $100 y vayas de compras y sepas que no te puedes pasar de ese monto.

No tendrás que luchar con tu fuerza de voluntad y esta es una forma de ahorrar dinero fácil y rápido.

 

Hombre quemando tarjeta de crédito

 

8. Busca ofertas y aprovéchalas, pero no demasiado

Aunque no siempre tenemos el tiempo ni la energía para ponernos a buscar dónde tienen descuentos o hay alguna oferta, es bueno hacerlo al menos de forma ocasional si quieres ahorrar dinero de forma rápida.

En la mayoría de los países, los supermercados y tiendas de ropa hacen ofertas porque tienen mucho de un producto y está a punto de dañarse o porque la ropa que tienen ya pasó de moda.

Normalmente cuando esto ocurre, los descuentos son de al menos un 30%.

Imagina todo lo que podrías ahorrar si te dedicaras un poco a buscar las ofertas y comprar con rebajas en lugar de pagar por su precio total.

No estoy diciendo que te vuelvas loco y únicamente compres si está en oferta, pero si puedes hacer al menos el 50% de tus compras con descuentos, estarás ahorrando dinero rápido y fácil.

Cuando suelo ir a hacer mi compra semanal de comida, puedo notar que casi todos los supermercados tienen ofertas en al menos un producto.

No importa la razón: que está a punto de caducar o simplemente decidieron hacer una promoción especial; siempre aprovecho cada una de ellas.

Para ponerte un ejemplo, en carne semanalmente puedo gastar fácilmente $25 si pretendo comer porciones grandes, pero si aprovecho algunas ofertas del 50% cada vez que hago mis compras, fácilmente puedo pagar la mitad de ello.

Lo mismo ocurre con otros productos como los vegetales, algunos carbohidratos y en ocasiones, otras proteínas como el pescado y mariscos.

En el caso de la ropa, las tiendas siempre tienen ofertas cuando la colección que tenían salió de temporada.

Aunque aprovechar las ofertas es increíblemente bueno para ahorrar, tampoco te vuelvas un adicto a ellas porque es un arma de doble filo; si no sabes parar, entonces adiós a tu dinero.

 

Mujer tirando cajas en carrito de supermercado

 

9. Únete al mundo de DIY

Si no sabes qué es DIY, déjame darte una explicación bastante breve.

DIY son las siglas de “Do it yourself” en inglés, que traducido al español significa “hazlo tú mismo” y tiene el objetivo de que comiences a hacer las cosas con tus propias manos, de forma que ahorres tu dinero en ellas.

Si alguna vez has visto un vídeo de cómo hacer una lámpara, reparar una camisa o crear tu propio tendedor de ropa, entonces ya conoces el mundo de DIY, aunque no lo supieras.

Los gastos secundarios y terciarios como comprar ropa, comer en un restaurante, cambiar tus muebles o comparte bisutería nueva son cosas que puedes hacer en tu casa si tienes los ingredientes y materiales necesarios, además de tiempo libre.

A mí siempre me ha encantado hacer manualidades. Cuando me di cuenta de que podía aprovechar esas habilidades y tener ayuda de algunos vídeos y guías para poder tener mi propia forma de ahorrar dinero, no me lo pensé dos veces.

Desde hace más de 6 meses que no he tenido que comprar ropa porque la hago yo misma o reparo las que están un poco desgastadas por el uso.

Mientras que los muebles u objetos del hogar, yo misma los fabrico y no espero bajo ningún motivo que terminen de romperse para buscarles alguna solución.

Cuando vas a comprar alguno de estos objetos en una tienda, normalmente te están cobrando no sólo por el material para fabricarlos sino también la mano de obra, el alquiler de la tienda, el sueldo de la persona que te está atendiendo y muchos otros aspectos que no analizas normalmente.

En cambio, tú sólo tendrías que gastar un poco de dinero en los materiales y dedicarte un par de horas a la semana en hacerlos.

Si bien tendrás que seguir haciendo un gasto en ello, te aseguro que será muchísimo menos y así podrás ahorrar rápidamente todo el excedente de lo que te costaría usualmente.

 

Mujer girando tabla con varios materiales encima

 

 

10. No te quedes encerrado en casa. Sal y disfruta

Parece increíble, pero mientras más tiempo pasas en casa, más dinero estás gastando.

Normalmente, las personas asumen que salir y hacer actividades al aire libre es sinónimo de gastar dinero, pero si tienes un poco de fuerza de voluntad y tus cuentas claras, no tiene que ser así.

De hecho, incluso puede ser una forma de ahorrar dinero.

Cuando estás en tu casa, lo común es que tengas que encender al menos un bombillo y los equipos que estés utilizando en el momento, además de los que deben estar todo el tiempo conectados. Todo eso hace que tu consumo de luz, agua y otros servicios básicos sean mayores.

Si hace calor, seguramente enciendes el aire acondicionado todo el rato que estás en casa y en el caso contrario, debes encender el calentador.

Nada más esa simple acción aumenta en gran nivel el consumo de energía.

Si hablamos de las veces que abrirás el grifo de agua o que decidirás tomar una ducha, eso nos da otro aumento en el consumo.

Si, por lo contrario, sales y haces actividades al aire libre, estarás consumiendo menos en el hogar y al mismo tiempo recreándote.

No tienes que comer fuera y tampoco hacer algún gasto si vas bien preparado.

Por ejemplo, si sales a trotar, caminar un rato por el parque o a hacer ejercicio, lo único esencial que necesitas es agua y comida que fácilmente puedes tomar y preparar en tu casa de antemano.

Si mantienes tu voluntad y evitas los gastos compulsivos mientras estás afuera, ahorrarás muchísimo dinero en facturas de servicios y en lo que podrías gastar con mayor rapidez al estar en casa.

Por otro lado, para poder hacer actividades fuera no necesariamente debes pagar por ello.

Ir al cine, al zoológico, el parque de atracciones y otras actividades, puede que implique dinero, pero siempre puedes revisar los eventos gratuitos que hay en tu localidad.

Muchos museos ofrecen recorridos gratis e incluso varios zoológicos.

Hasta puedes encontrar eventos en sitios específicos como plazas o auditorios abiertos al público donde no tienes que pagar nada y puedes disfrutarlos libremente.

 

Mujer fitness sonriendo mientras corre

 

11. Si estás estresado, aléjate de tu billetera

Como alguien que solía pasar casi todos los días en un nivel de estrés poco sano, sé perfectamente lo que es querer y tener el impulso de gastar dinero cuando se está estresado.

Pero justo porque lo he vivido de primera mano, también sé por qué es tan peligroso hacerlo.

En el pasado, mucho de mi dinero lo malgasté comprando ropa o pagando por platillos muy costosos en restaurantes que normalmente se salen de mi presupuesto.

Todo porque estaba estresada y creía que me sentiría mejor si me daba un “simple gusto” usando el dinero de mi cuenta bancaria.

No voy a decirte que estaba totalmente equivocada, pero es cierto que no necesitaba gastar tanto dinero para sentirme mejor.

Si quieres una forma de ahorrar dinero rápido, lo mejor es controlar tus manos y alejar tu billetera con efectivo y tarjetas cuando te sientas estresado. Créeme, ahorrarás más dinero de lo que cualquiera pensaría.

Si quieres liberar un poco de estrés, siempre puedes tomar una caminata e intentar distraer tu mente. Incluso puedes gastar algo de dinero en un helado o una cerveza que te ayude a pasar el rato.

Pero un helado o una cerveza fácilmente puede costar $1 o $2, no es necesario que te gastes todo tu dinero en ello o en algo más costoso.

La primera vez que dije “no voy a gastar dinero, sólo iré a caminar”, me di cuenta que al final de esa semana tenía unos $52 más de lo normal.

La respuesta era simple: los tenía porque es lo que normalmente me gastaba cuando salía a comprar a causa de mi estrés.

Cuando dejé de hacerlo y comencé a aplicar técnicas que no involucraban dinero para drenar todo el estrés, rápidamente estaba viendo cómo ahorrar dinero era tan sencillo ya que no hacía ese gasto; totalmente distinto a hace unos meses cuando dejaba mi billetera vacía y siempre estaba como “¿qué hago ahora?”.

 

Persona abriendo billetera vacía

 

12. Abandona los malos hábitos que también son caros

Nunca he tenido un mal hábito como la bebida, drogas o fumar, pero no necesito haberlos tenido para saber lo costoso que pueden resultar.

Cuando solía ir todas mis mañanas por un café a unas de mis panaderías favoritas, siempre veía algunos indigentes pidiendo dinero para poder comprar comida y algo de tomar. Tristemente, no es algo fuera de lo común.

Muchas veces les daba lo que tuviera en el bolsillo o lo que podía permitirme.

Lo que no había notado sino hasta varias semanas después, es que cuando tenían una cantidad específica, se acercaban a un quiosco que quedaba a una cuadra de donde tomaba mi café para comprar cigarrillos en lugar de comida.

Eso me enojó muchísimo porque no es algo de primera necesidad.

Cuando noté eso, me acerqué al sitio y por curiosidad decidí preguntar cuánto costaba un cigarro. Mi sorpresa fue que con lo que ellos se compraban sólo uno o dos, fácilmente podías comprar un pan francés en la panadería con un café pequeño.

También sé que beber no es barato porque lo hago ocasionalmente, y precisamente porque no lo es, es que lo hago de vez en cuando.

Si tienes un mal hábito o algún vicio, procura dejarlo por dos motivos:

  • Tu salud.
  • El bienestar de tu dinero.

Las personas que tienen el hábito de fumar y beber, además de hacerle daño a su salud, estoy segura de que se gastan un montón de plata para satisfacer esos vicios.

Sé que no es fácil, después de todo es un vicio, pero intenta tomar el ahorro de dinero como otra motivación para abandonar algo que no te beneficia en ningún sentido.

¿Quieres una forma de ahorrar dinero rápido y mucho? Intenta abandonarlos y esos $100 o $200 que te gastas mensualmente en tus malos hábitos te sobrarán para que puedas meterlos en tu cuenta de ahorros o al menos invertir el dinero en cosas más necesarias.

 

Hombre y mujer en un auto

 

13. Compara los precios

Nunca te conformes con comprar en un solo sitio al precio que te indican.

El error que comete mucha gente es irse a un solo lugar y dedicarse a hacer la compra del producto que quieren inmediatamente allí, sin saber si en otro lugar pueden conseguirlo a un mejor precio.

Esto es algo que siempre he hecho, y si bien al inicio no lo hacía con el propósito de ahorrar sino buscar el mejor precio, me di cuenta que efectivamente, es una gran forma de ahorrar mucho dinero si se hace con cada producto que queremos comprar.

Yo sé cuánta diferencia puede haber entre el precio de un sitio con otro, ¿lo sabes tú?

Si tu respuesta es no, entonces con más razón debes prestar atención a este ejemplo que te daré: la compra más nueva que hice de mi celular.

Hace un par de meses que robaron el mío, por lo que con parte de los ahorros que tenía y parte de lo que hice hasta ahora, decidí comprar uno nuevo.

Cerca del lugar donde vivo hay muchos centros comerciales y, sobre todo, una tienda de celulares que muchos recomiendan.

Yo decidí acercarme y ver los precios; no tenía muchas ganas de merodear otros sitios, pero cuando me di cuenta que el costo de los equipos era un poco elevado, me recordé que en este tipo de compras es cuando aún más rápido puedes ahorrar dinero.

Así que después de pasar un par de minutos, comencé a ver el resto de las tiendas que se encontraban en ese centro comercial y el que estaba justo al lado.

Fue impresionante la diferencia de precios que encontré. Más altos, iguales e incluso muchísimo menores que en el sitio inicial.

El celular que quería salía en $225 en el primer sitio, pero en el que decidí comprarlo, aunque no fuera el más barato, pero sí con un menor y precio y daba mayor confianza, estaba en $183.

Me estaba ahorrando $42 en la compra y aunque tenía un presupuesto de $240, decidí tomar todo ese dinero y colocarlo en mi cuenta de ahorros nuevamente.

¿Ves lo rápido que puedes ahorrar si sólo comparas precios?

Lo mismo va con las compras del supermercado, ropa, zapatos, electrodomésticos y cualquier producto que quieras comprar.

 

Hombre en el supermercado comparando precios de dos botellas

 

Formas de ahorrar dinero en casa

 

14. No malgastes agua

La mejor forma para ahorrar dinero en casa es que tengas cuidado con las facturas de los servicios básicos. Por ende, debes controlar y disminuir el uso de estos.

El agua es uno de los más costosos; además, también afecta al medio ambiente si la malgastas.

Pero también entiendo que es sumamente esencial y que lo utilizas para hacer muchas actividades: ducharte, cocinar, cepillar tus dientes, hidratarte, limpiar y muchas otras.

No obstante, eso no significa que no podamos darle un mejor uso sin necesidad de desperdiciarla.

Si estás fregando los trastos sucios, para ahorrar el agua puedes fácilmente mojar todos los platos o tomar un envase donde puedes remojarlos antes de comenzar a enjabonarlos.

Cuando estés pasando el lavaplatos, cierras la llave y una vez que tengas todos para enjuagar, abres el grifo.

La mayoría opta por mantener la llave abierta incluso mientras no está haciendo uso del agua.

Es preferible que abras y cierres el grifo de acuerdo al uso que le estás dando y así evitar derrochar agua.

También debes tener cuidado con fugas de agua o si las llaves de tu casa están bien cerradas y por alguna razón, no has olvidado cerrar alguna.

Si utilizas el agua con conciencia al bañarte por el tiempo estrictamente necesario, utilizar la regadera en lugar de la tina, cerrarla mientras lavas tus dientes y muchas otras cosas, verás que tendrás un ahorro enorme y eso se verá reflejado de forma positiva en tu factura.

 

Mujer cerrando grifo de agua

 

15. Evita el uso del calentador y la calefacción

Mi país no es un sitio donde necesitemos utilizar mucho la calefacción o el calentador, excepto para tomar una ducha de agua caliente, pero eso no quita que siga siendo costoso utilizarlo.

He estado en situaciones donde he tenido que pasar un frío extremo y de lo único que tenía ganas es de meterme en un horno hasta calentarme bien o asarme, lo primero que pasara.

Pero cuando ya no pasaba por ello, simplemente me limité a utilizar lo estrictamente necesario mi calentador.

Si tu caso es de esos donde es totalmente seguro que te atacará una época de frío donde debes utilizar tanto tu calentador como la calefacción, no te lo pienses dos veces, úsalos.

Sin embargo, lo importante es que recuerdes no utilizarlos a menos que sea estrictamente necesario. Por ejemplo, cuando tu casa está en una temperatura agradable o que puedes soportar con un abrigo y cobija.

Si estás fuera de temporada, con mayor razón debes apagarlos y mantenerlos así durante un buen tiempo.

El calentador y la calefacción son las dos cosas que más consumen energía en tu hogar, por lo que no te extrañes que tu factura de luz se dispare por los cielos si les das mucho uso.

Mientras puedas usar el agua a temperatura ambiente y mantener tu casa sin necesidad de encender la calefacción, hazlo, y verás como disminuyes el gasto de energía y, por ende, podrás ahorrar el dinero que gastabas en toda esa luz.

 

Persona graduando calefacción

 

16. Revisa tu despensa para hacer tu lista de compras

¿Nunca te ha pasado que vas a hacer las compras y cuando regresas a casa, en tu despensa ya tenías uno o dos productos del mismo artículo?

A mí me pasaba bastante seguido, hasta que me di cuenta que eso me hacia gastar más dinero del necesario porque gastaba en ello cuando ya tenía uno en casa y abandonaba otro producto que NO había en mi despensa por comprar el anterior.

Además, si bien no es tan malo almacenar un poco de comida por alguna crisis que pueda ocurrir, si lo haces sólo porque olvidaste hacer una lista de compras o porque no revisaste antes, entonces no es precisamente bueno.

Cuando compras nuevamente un producto que ya tienes en tu despensa, este es muy propenso a caducar porque seguramente volverás a olvidar que había uno, dos, tres y sólo Dios sabe cuántos más.

Si sólo cometes este error un par de veces, puede que no sea un mal de morirse, a pesar de que sigues gastando más de lo necesario y tirando comida por ello.

Pero imagina que se vuelva un hábito. Si te ha ocurrido más de 10 veces en un año, estoy segura de que con el tiempo te ocurrirá cada vez que vayas a hacer las compras. Eso significa que estarás tirando un montón de dinero a la basura o en productos que no necesitas.

Tómate tu tiempo de revisar tu despensa y el refrigerador para sentarte por un par de minutos y anotar qué debes comprar y qué no.

No olvides anotar la cantidad de productos que SÍ hay en tu casa para que te hagas una idea de si debes reponerlos o comprar menor cantidad.

Por supuesto, lo principal es que tomes nota de aquellos que no tienes ni siquiera escondidos detrás de tu sofá para que tus familiares no se los coman.

Si haces esto, verás un gran ahorro en lo que compras y podrás optimizar el presupuesto que haces para la compra de tus alimentos.

 

Mujer revisando una despensa

 

17. ¿Sabes cómo utilizar tu lavadora?

Las lavadoras de antes consistían sólo en llenarlas de agua y ponerlas a batir la ropa sin parar.

Esa misma agua podías utilizarla varias veces porque se utilizaba para lavar la ropa en sí y no hacer todos los procesos de ahora: enjuague, centrifugado y secado total.

Si bien era más agotador porque teníamos que cambiar nosotros mismos el agua y enjuagar la ropa a mano y exprimirla, servían muchísimo para ahorrar agua y energía.

Las lavadoras de ahora son de apretar un botón y ellas se encargan de todo: llenar la lavadora, lavar la ropa, enjuagarla, exprimirla y secarla. Lo único que tienes que hacer es colocar el detergente cuando sea el momento o sólo al inicio del lavado y esperar a que termine para tenderla.

Sin embargo, no son las mejores ahorrando luz y mucho menos agua.

Por cada carga que coloques en la lavadora va a llenar al menos unas 3 veces hasta finalizar, y si es una de esas que cargan más de 6 kilos e incluso 10, eso implica un montón de agua por cada carga. ¿Te lo habías pensado antes?

Independientemente de tu respuesta, estoy segura de que, para evitar el consumo excesivo de agua y luz, puedes configurarlas para que utilicen la carga al máximo y haya un ahorro en ambos aspectos, pero para eso debes saber cómo configurar la lavadora.

Si te tomas un par de minutos en leer el manual de tu lavadora podrás aprender cómo hacerlo y en el proceso también aprenderás cómo puedes ahorrar más detergente.

Por otro lado, si tu lavadora es de cargas grandes o no tienes suficiente ropa para completar una, evita lavar en pocas cantidades.

Lo mejor es que aproveches al máximo cada carga completa y así ahorrarás agua al no tener que hacer más ciclos y por supuesto, luz al no tener que usar durante más tiempo la lavadora.

 

 

Lavadora girando

 

18. Compra bombillos ahorradores

Hace un par de años, la única opción en bombillos eran los de luz cálida que además de generar mucho calor, consumían una gran cantidad de energía.

Recuerdo que en gran parte de nuestra casa solíamos dejar las luces apagadas casi todo el tiempo porque producían un calor que ni te imaginas, y la diferencia en la factura de luz de cuando los usábamos o no era abismal.

Pero apenas salieron los bombillos ahorradores, mi papá fue de las personas que no perdió el tiempo de comprar todos los que pudo para sustituir los que estaban en la casa y así ahorrar energía.

Los bombillos ahorradores siempre han sido más costosos que los normales y por eso, al principio nos pegó un poco en el bolsillo haber invertido tanto dinero en ellos.

Sin embargo, durante el primer y segundo mes notamos los cambios en la factura de luz y nos dimos cuenta que fácilmente estábamos ahorrando un 63% de lo que solíamos pagar normalmente.

Además de que trajo otros beneficios a la casa como utilizar menos el aire acondicionado, ya que no se calentaba más de lo necesario, y que no fuera necesario cambiar con tanta frecuencia los bombillos.

Los bombillos normales duraban máximo 2 meses, en cambio los ahorradores fácilmente tienen una vida útil de 6 a 9 meses.

Si bien pueden representar un gasto mayor al inicio, con todo lo que te ahorrarás en energía puedes darte el lujo de comprarlos y guardar parte del dinero en tu cuenta de ahorros.

Aunque puedes o debes cambiarlos cada cierto tiempo, muchas veces estos bombillos tienen reparación si se queman antes de lo esperado e incluso en el tiempo estipulado. Sólo debes revisarlos y ver si están quemados en sí o sólo ha sido una falla que se puede reparar.

A parte de comprar bombillos ahorradores, tampoco olvides apagar las luces que no estés utilizando. Si vas a salir de la habitación o de cualquier sitio, acostúmbrate a apagarlas y encenderlas cada vez que salgas y entres.

 

Personas apagando luces

 

19. Utiliza más transportes públicos

El auto representa una gran comodidad porque puedes ir a donde quieras y cuando tú quieras, sin tener que esperar varios minutos porque llegue un bus o el metro a la estación.

Sin embargo, ambos sabemos lo MUCHO que puede costar mantenerlo nada más con involucrar el tema de la gasolina o combustible.

En mi país, la gasolina no es precisamente un problema por el que deba preocuparme ya que es económica, pero los repuestos por el uso constante de mi auto son bastantes costosos y por decirlo de una forma, compensan el gasto que no hago en combustible.

Pero cuando tuve la oportunidad de visitar México hace un par de años, pude notar que el costo de la gasolina es bastante elevado. Además de que soy consciente de que en la mayoría de los países tiene un alto precio.

Si te pones a pensarlo de esta forma y calculas qué tan constante llenas el tanque, te darás cuenta que puede salirte mucho más económico utilizar el transporte público, sobre todo si tu destino es relativamente cerca o de fácil acceso a él.

Mi universidad me queda apenas a 3 estaciones de metro, y si bien puedo llegar el sólo 5 o 10 minutos usando mi auto, en las distancias más cortas es cuando se utiliza mayor cantidad de combustible. Así que prefiero tomar el transporte público, ya sea el metro o un bus, aunque me tome un par de minutos más.

De esta forma ahorro muchísimo en el mantenimiento del auto y si tú lo haces, sé que ahorrarás miles de dólares al año sólo en combustible.

Si eres uno de esos casos donde es imperativo que utilices tu automóvil porque trabajas muy lejos o no puedes usar el transporte público ya que en la zona donde vives es difícil acceder a él, eres una excepción.

Pero, aunque debas usarlo, también puedes ahorrar gasolina si conduces con ciertos parámetros. Por ejemplo, si no frenas tanto y vas a una velocidad constante, podrás ahorrar en combustible.

 

Autobús estacionado en parada recogiendo pasajeros

 

20. Invierte en ventanas o ventanales

Si vives en una casa o apartamento que no tiene muchas entradas de aire como ventanas, balcones o ventanales, entonces cuando te preguntes “¿en qué invierto mi dinero?“, considera hacerlo en esto.

Ya sea para una época relativamente fría o calurosa, en lugar de estar utilizando el aire acondicionado y la calefacción todo el tiempo, las ventanas son una buena opción para mantener una temperatura agradable en tu hogar.

Normalmente, en los departamentos sólo hay una ventana por habitación y una muy pequeña o grande en la parte de la sala/comedor.

Si has abierto la que se encuentra en tu sala y piensas “esto no refresca nada” es porque necesitas abrir al menos una de tus habitaciones para que la brisa pueda correr por todo el sitio y circular bien.

Si lo que tienes son ventanas muy pequeñas que sientes que no ayudan a que circule bien el aire, entonces toma parte de tu dinero (no necesariamente de tus ahorros) e invierte en agrandarla o hacer un ventanal en alguna zona de tu casa.

Por ejemplo, colocar uno que conecte del comedor al jardín para que puedas hacer tus actividades en el hogar con una temperatura agradable y así apagues el aire acondicionado.

Por otro lado, si quieres encontrarle un uso en las épocas frías, basta con que les coloques un par de cortinas claras que hagan entrar más luz solar y que ayuden a mantener la casa un poco más calurosa que fría sin abrir las ventanas.

También estarás ahorrando en luz ya que no tendrás la necesidad de encender los bombillos en esa área y podrás mantener tu casa a una temperatura adecuada sin encender ningún equipo.

 

Ventanales abiertos con dirección a un patio

 

21. Enseña a toda tu familia a ahorrar

Si puedes ahorrar tanto dinero con sólo ahorrar por tu cuenta, imagina cuánto más podrías si todos en tu familia cooperaran con el ahorro.

Por mi parte, soy una persona que vive sola hace más de 3 años y desde entonces he sido alguien muy ahorrativa ya que el dinero no me permitía darme tantos lujos y pagar facturas por mucho consumo.

Pero también he tenido que ayudar a mis padres a pagar algunas facturas y deudas de la casa donde se va una gran parte de mi dinero.

Por eso decidí un día que les enseñaría cómo ahorrar más en la casa. Mis padres siempre han tenido ese espíritu ahorrador, pero les faltaba mejorar en ciertos aspectos como la lavadora o el uso del auto.

Así que les comenté cuánto ahorraba yo al reducir el uso de varios equipos o hacer ciertas cosas como revisar la despensa y cerrar el grifo de agua.

Les expliqué cómo podían hacer ciertas actividades sin necesidad de gastar dinero en ello y que, si seguían todo eso, podrían finalmente ahorrar después de mucho tiempo.

Cuando ellos comenzaron a ser más ahorradores y aplicar todo lo que les había dicho, hubo un cambio drástico en las facturas de los servicios y cuánto dinero gastábamos en ello.

Prácticamente ahorro el doble desde que le enseñé a mi familia a ahorrar lo máximo posible en cosas del hogar y algunas como salir y comprar en oferta.

Si te tomas un par de horas de tu día, ni siquiera tiene que ser durante semanas, para explicarle a tu familia cómo pueden ayudar con el ahorro, te aseguro que notarás un cambio inmenso en todo lo que pagas y también les estarás inculcando cómo pueden ahorrar para el futuro.

 

Familia riendo juntos

 

Formas de ahorrar dinero para un viaje

 

22. Ponte un objetivo

Cuando se quiere ahorrar para hacer un gasto específico como un viaje, es muy importante que te plantes un objetivo.

No, no se trata de que pienses cuánto dinero debes ahorrar para ello, porque si a eso vamos, eso sería sólo ahorrar dinero sin tener un objetivo específico.

Lo que debes hacer es pensar “quiero pasar una semana en Las Maldivas”, “quiero hacer un tour por Europa” o “voy a viajar a Japón para conocer todos mis sitios favoritos”.

Cuando te planteas el objetivo, es mucho más sencillo llegar a la meta económica para que este se cumpla.

Si te pones a pensar “debo ahorrar $10.000 para tal cosa”, se vuelve mucho más pesado y lento el proceso de ahorrarlo porque vas a estar pensando todo el tiempo en cuánto te falta para llegar a esa cantidad.

En su lugar, es mejor pensar en que debes ahorrar si quieres tener ese viaje que tanto deseas hace mucho tiempo y créeme que si lo haces así, siempre tendrás pensamientos de motivación e inspiración para ahorrar el dinero.

Porque el verdadero reto será NO gastar el dinero que vas ahorrando más que el simple hecho de apartar una cantidad en tu cuenta de ahorros para tu viaje.

Yo suelo viajar al menos una o dos veces al año, y si no fuera porque tengo un auto control y tengo mi objetivo bien fijado, entonces nunca hubiera viajado a ningún sitio.

Siempre vas a tener esas tentaciones de ropa nueva, comer fuera, salir a beber con amigos o hacer un gasto innecesario en un nuevo celular o equipo electrodoméstico para la casa.

Así que mentalízate y piensa siempre en el objetivo que tienes para que las siguientes formas de ahorrar para tu viaje no sean en vano.

 

Mujer pensando en una playa

 

23. Determina una cantidad mensual de ahorro

A diferencia de ahorrar normalmente para tener un colchón de ahorros o para tener una cuenta donde puedes sacar dinero para alguna emergencia donde puedes poner la cantidad de dinero que te sobre al mes o un monto distinto dependiendo de tus posibilidades, ahorrar para un viaje es distinto.

Si quieres ahorrar para un gasto tan específico, necesitas determinar de primera mano una cantidad específica que puedes ahorrar para ese objetivo. De lo contrario, tardarás mucho tiempo en conseguirlo o te costará mucho más ahorrar si vas variando la suma cada mes.

Así que, si tienes tu presupuesto, tienes determinado tus gastos y sabes cuál es tu ingreso mensual o al menos, un aproximado de él, saca una cantidad exacta que destinarás para ahorrar para tu viaje.

Lo mejor es que lo saques por porcentaje y así, si algunos meses haces menos o más dinero, el ahorro será acorde, aunque sea un poco menor o mayor si nos vamos a una cifra más exacta.

Sí, sé que mencioné que debía ser un monto específico, pero si realmente hay un mes que no puedes cumplir con él, así no te sentirás tan presionado y en otros, si realmente puedes dar más, compensarás la poca suma del mes anterior.

Al inicio, yo comencé ahorrando un 25% de mi ingreso ya que tampoco era tan elevado como para destinar una mayor cantidad al ahorro, pero con el tiempo cuando fui ganando más dinero, obviamente comenzó a ser una cantidad más grande a pesar de que seguía siendo el mismo porcentaje.

No obstante, también es importante que seas consciente y realista. Si estás generando ganancias, no tengas miedo en destinar un mayor porcentaje de estas para tu viaje.

Yo con el tiempo pasé de un 25% a un 50% porque podía permitírmelo y era mucho mejor si pensaba en que, por “sacrificar” un poco más de dinero, podía conseguir mi objetivo muchísimo más rápido.

El ahorrar para este tipo de gasto en específico también va de la mano con aplicar los consejos y formas anteriores de ahorrar dinero para que puedas maximizar tus ingresos y ver que, en realidad, SÍ te alcanza para todo.

 

Hombre colocando monedas en un frasco de vidrio

 

24. Utiliza bien el dinero extra

Cuando recibimos un dinero que no esperábamos durante el mes, hay que ser honestos, nos volvemos locos y comenzamos a pensar en qué deberíamos gastarlo.

Ropa nueva, zapatos, fiesta con los amigos o cena con toda la familia, esos son sólo algunos de los gastos que hacemos con ese dinero extra que nos cayó de alguna bonificación, venta o comisión que nos ganamos en el trabajo o alguna otra fuente de ingreso.

No te sientas mal por gastarlo de esa manera, de hecho, es bastante normal hacerlo ya que cuando tenemos dinero demás, no sabemos qué hacer con él y en lo único que pensamos es en que debemos gastarlo, pero no, no es lo que debes hacer con él.

Si utilizar bien el dinero extra que te cae por la razón que sea, podrías ahorrar mucho más para tu viaje y llegar al objetivo que quieres, pero claro, ese “utilizarlo bien” significa que debes ahorrarlo.

Muchos me dirán “estás loca, necesito ese dinero para este gasto”, cuando no, no lo necesitas a menos que sea un caso extremo.

Verás, para que puedas optimizar tu dinero, es bueno que te mantengas en el mismo presupuesto que te haces todos los meses y te hagas de cuenta que NO tienes ese dinero en tus manos.

Si puedes vivir bien con lo que ya gastas mensualmente, ¿por qué debes gastar más sólo porque te cayó un bono?

Debes, en lugar de gastarlo en cosas innecesarias, ahorrarlo o utilizarlo para hacer pagos de servicios o deudas que tienes pendientes y que te impiden ahorrar más dinero mensual para tu viaje.

Velo de esta forma, si ganas dinero extra y notas que es equivalente a lo que ahorras en tres meses, ¡estarás 3 meses más cerca de tu viaje!

Es cuestión de que te enfoques más en el pro de ponerlo en tu cuenta bancaria o pagar las deudas que te permitirás ahorrar mucho más, que dejarte llevar por las tentaciones del momento.

Si haces buen uso de ese dinero, te aseguro que ahorrar para tu viaje será pan comido.

 

Mujer contando dinero mientras sonríe

 

25. Busca otra fuente de ingresos

Quizás trabajar más o buscar otro ingreso no estaba entre la idea que tenías de ahorrar para tu viaje, pero es necesario si lo que generas no es suficiente para que te permitas un ahorro constante.

Aunque, independientemente de si es suficiente o no, tener una fuente alterna de dinero siempre y cuando tengas tiempo para ello, es una gran opción si no quieres incluir parte de tu ingreso principal en los ahorros para tu viaje.

Y en general, también te permite ahorrar más dinero sea para un gasto en específico o no.

Hay muchos trabajos que puedes hacer en tu tiempo libre y que te permitirán tener más dinero que puedes poner en tu cuenta de ahorros.

La idea es que toda la ganancia de esa fuente adicional esté destinada para tu viaje, pero si necesitas también parte del dinero para algunos gastos principales, no te frenes en tomarlo (siempre y cuando no sea prácticamente todo el sueldo).

Yo he probado y tengo muchos ingresos alternos que puedo hacer en mi tiempo libre y me permiten tener algo de dinero extra para mí y por supuesto, para los viajes que planifico siempre.

Llenar encuestas pagadas, hacer como chófer de Uber, ganar dinero grabando mi voz, he probado de todo un poco.

Si tienes al menos dos horas libres de tu día, intenta buscar un ingreso extra y no te conformes sólo con lo que ya ganas en tu empleo actual.

Es normal que quizás tu ingreso principal no te alcance, así que no tengas miedo de intentar otras formas de hacer más dinero.

 

Mujer girando en una silla mientras le cae dinero

 

 

26. Ahorra en otra divisa

Si quieres que tu dinero ahorrado no se devalúe y siga valiendo lo mismo e incluso más en el futuro, intenta hacer el ahorro para tu viaje en otra divisa.

Si eres de México, Argentina, Chile o cualquier otro país de Latinoamérica, debes saber que las divisas de estos países no son precisamente de mayor valor que el dólar o el euro.

Claro, si eres de España u otro país de Europa, no hace falta que hagas el esfuerzo de ahorrar en otra divisa ya que la tuya es de las más estables a nivel mundial, pero si manejas otras como el peso, soles o bolívares, entonces es mejor que gastes el dinero para tu viaje en comprar otra divisa y finalmente, colocarlo en tu cuenta de ahorros.

Además, ten en cuenta que en la mayoría de los países es muy sencillo cambiar dólares y euros a la divisa acorde a este, pero que también hay una gran probabilidad de que sea el país al que vayas, acepten alguna de las dos.

Por otro lado, el dólar y el euro no son divisas que presenten una devaluación constante, de hecho, tienen sus picos donde valen incluso más que hace un par de semanas o meses, lo que inevitablemente provoca que tu dinero se multiplique.

Si tomas la decisión de ahorrar de esta forma, te recomiendo que, si vas a comprar otra divisa, no coloques todo el dinero en la cuenta de ahorros y dejes parte de él en efectivo para que, al realizar tu viaje, ya cuentes con metálico en tu cartera.

El efectivo también es mucho más fácil de vender si te ves en la posición de necesitarlo y así no deberás hacer transferencias bancarias o utilizar tu tarjeta en todos lados y depender únicamente de ella cuando realices tu viaje.

 

Billetes de euros con diferentes denominaciones

 

27. Pospone tus vacaciones

Sé que después de un arduo año de trabajo, lo único que quieres es poder llegar a esas fechas donde sólo debes preocuparte por dormir hasta tarde y descansar todo lo que puedas, además de quizás disfrutar un fin de semana en alguna playa o de compras con la familia, pero para ahorrar para tu viaje, es mejor que lo olvides por un tiempo.

Las vacaciones son sagradas para cualquier persona, diría que sobre todo para mí, pero aprendí al ahorrar dinero para mis viajes que no necesariamente debemos tomarlas todo el tiempo si queremos alcanzar nuestro objetivo.

Sí, todos queremos tener nuestro tiempo de descanso, pero si lo que buscamos es ahorrar dinero y hacer un viaje largo de 2 semanas o incluso un mes, vacaciones es lo peor que podemos tomarnos por dos razones:

  • No trabajar y estar de ocioso significa que vas a gastar más dinero en salidas, compras y te sentirás aún más tentado en hacer gastos innecesarios que interferirán y disminuirán la cantidad que ahorras para tu viaje.
  • No estarás generando más ingresos (aunque te estén pagando tus vacaciones).

Además, siendo realistas, en vacaciones casi nadie se queda en casa y quiere al menos hacer un viaje exprés a algún sitio sólo para cambiar de ambiente y buscar algo de diversión.

El problema es que esos viajes o vacaciones cortas involucran mucho dinero, el cual fácilmente podrías destinar a tus ahorros.

De hecho, los viajes breves o que duran máximo una semana suelen significar más dinero a largo plazo que uno planificado por más tiempo.

¿Por qué? Porque no piensas en rentar un apartamento con cocina durante tu estadía de un mes, sino que prefieres salir a comer todos los días de esa semana. Para ponerte solo uno de los tantos gastos que seguro harás.

Así que olvídate un tiempo de esas vacaciones al menos por uno o dos años y velo como un esfuerzo para llegar al objetivo más grande.

También podrías acumular muchos más días libres para cuando sea el momento de tu viaje y quizás consigas extenderlo durante más tiempo si conseguiste reunir el dinero suficiente o incluso una cantidad mayor.

 

Hombre sentado en aeropuerto viendo despegar un avión

 

28. Cada centavo cuenta. Usa las alcancías

A veces para ahorrar no se trata de hacerlo en grandes cantidades todo el tiempo, después de todo, cada moneda que puedas aportar tiene un gran valor a largo plazo.

Así que no tienes que limitarte a meter una cantidad exacta de dinero en tu cuenta de ahorros y el resto del mes, te olvidas de lo que es ahorrar para tu viaje.

Puede parecer un poco anticuado o no tan útil, pero las alcancías son esenciales si de verdad quieres ahorrar al máximo y alcanzar tu objetivo.

Por eso me gusta colocar una en todos los sitios donde paso la mayor parte del tiempo: mi habitación, escritorio y cocina.

Si llego de algún sitio o incluso cuando voy de salid, me veo tentada a dejar al menos una moneda dentro del primer cerdito que vea y así ahorrar un poco más para mi viaje.

Puedes considerarlo algo un poco más simbólico, pero cuando rompes esas alcancías y cuentas todo el dinero que ahorraste al colocar al menos $1 todos los días, te sorprenderás del total.

Si pasas mucho tiempo en tu oficina, en casa de tus padres, en tu casa porque trabajas desde allí o simplemente no sales muy seguido, asegúrate de colocar al menos una en todos esos sitios.

Al inicio puede que no lo hagas o si lo haces, sea más que nada por sentir una obligación de ahorrar un poco de dinero en esas alcancías, pero verás que con el tiempo se volverá un hábito.

La última vez que rompí una de mis alcancías para el viaje que hice a Buenos Aires, me sorprendí en ver que tenía más de $511 ahorrados nada más en esa.

Tuve un año entero sin romperla y estoy segura de que todos los días colocaba algo de dinero en ella, probablemente más de una vez al día.

Es agradable encontrarte con que conseguiste la cantidad de dinero para tu viajes antes de lo que creías por ese pequeño ahorro.

Si ya habías alcanzado la cantidad para tu viaje, te aseguro que se sentirá incluso mejor ver el dinero de esas alcancías como una oportunidad de comenzar a ahorrar para el siguiente o extender tu aventura por un par de días más.

 

Mujer colocando moneda en alcancía

 

29. Deja de pagar servicios y anualidades que no usas

¿De verdad necesitas un servicio de música en todos tus dispositivos? O peor aún, ¿necesitas dos?

Hay muchos servicios, suscripciones y anualidades que todos nos vemos tentados a pagar alguna vez para poder “motivarnos” o porque simplemente queremos disfrutar de él, cuando en realidad nunca terminamos utilizándolos o podríamos tener lo mismo sin pagar nada.

Por ejemplo, hay un montón de servicios de música como Spotify, iTunes, YouTube Premium, iCloud y un sinfín más.

Siempre nos vemos tentados a contratar alguno para tenerlo en nuestro computador y celular, pero hay veces que se nos van de las manos y terminamos contratando más de uno por querer probarlo o poder variar de vez en cuando.

No te digo que no puedas contratar alguno, pero, ¿realmente lo necesitas?

Yo nunca he pagado por una suscripción porque simplemente pienso que no las utilizaría.

Para tener música en mi celular siempre he preferido descargarlas directamente de la página o comprar de una vez el álbum completo (cosa que ocurre muy rara vez).

En otros casos, si estoy sentada en mi computador, sólo me encargo de abrir una pestaña en YouTube y reproducir una lista de música que me gusta o en su defecto, abro el reproductor ya instalado y pongo a sonar todas las que tengo guardadas.

Sin embargo, si es un servicio que realmente utilizas, limítate a contratar el plan más económico y sólo uno de ellos.

Ahora, yendo más hacia aquellas anualidades y servicios que verdaderamente no utilizas, en serio, deja de pagarlos.

Conozco mucha gente que paga un año completo de gimnasio para no ir nunca y no digo que todos sean iguales porque estamos claros que hay muchísimas personas que le ponen empeño, pero si eres de los que incluso se olvida que ha pagado por una, ¿por qué sigues haciéndolo?

Muchos consideran un ahorro el pagar un servicio adelantado y por varios meses, pero lo que no sabes o prefieres no darte cuenta es que casi nunca terminas yendo y aprovechándolo, por ende, derrochas tu dinero.

Si en lugar de pagar todas esas cosas que no utilizas tomaras ese dinero y lo colocaras en tus ahorros, hace mucho tiempo estuvieras viajando por el Caribe.

 

Mujer rubia diciendo "no, just don't"

 

30. Vende todo lo que no necesitas o usas

Si quieres ahorrar para tu viaje, un método muy práctico es que hagas dinero con la venta de aquellos artículos que tienes en casa y nunca has utilizado en tu vida.

¿Recuerdas la forma de ahorrar dinero sobre encontrar otro ingreso de dinero? Pues esta es una gran oportunidad para que puedas vender tus pertenencias que están llenas de polvo y así ahorrar tanto dinero como espacio en tu casa.

Vender todo lo inservible para ti no es algo que tome mucho tiempo, sólo uno o dos días siempre y cuando seas honesto contigo mismo y digas “esto no lo uso, pero esto sí”, no puedes decir que TODO lo utilizas cuando no es cierto y sólo tienen cierto valor sentimental (o eres un simple acumulador).

Tómate un par de horas al día que tengas libre o si tienes algunos días seguidos donde no tienes que trabajar o cumplir con tus responsabilidades de siempre, dedícate a revisar todo lo que tienes en casa para ponerlo en venta.

Hay muchas formas de vender las cosas usadas y viejas que tienes guardadas:

  • MercadoLibre.
  • Facebook.
  • Instagram.
  • Venta de garaje.
  • Enviar un mensaje a tus amigos diciendo que vendes esos artículos.

Es como vender cualquier otra cosa, sólo que te costará un poco más porque desprenderse no será tan sencillo como cuando compras algo con el propósito de revenderlo.

Pero si consigues vender todas las cosas que no utilizas, las cuales te aseguro son muchas, reunirás un montón de plata que ni te esperas.

Yo coloqué en una página de Facebook de ventas, un computador que dejé de utilizar al adquirir uno nuevo, unos videojuegos de PlayStation 4, sillas que con hacerles un pequeño cariño pueden estar como nuevas y un microondas que me sobraba desde que renté mi departamento.

Me tomó alrededor de 2 semanas vender todo, pero cuando lo hice, tenía más de $1.123 que podría ahorrar para mi viaje y a partir de objetos que casi nunca usaba o que, llegados un punto, simplemente dejé de utilizar por completo.

 

Mujer vendiendo ropa usada

 

Trucos para ahorrar día a día

 

31. El tupper de comida es tu mejor amigo

Si eres de los que disfruta salir a comer todos los días durante la hora del almuerzo a un restaurante o la cafetería más cercana, olvídate de eso.

Hacer un mercado para el mes o la semana no es algo precisamente costoso si lo comparamos con el resto de los gastos que tenemos que hacer. Incluso si lo comparas con un plato de comida en la calle parece sumamente barato.

Comer fuera no es económico. Si encuentras un sitio donde hay ofertas, promociones o la comida es relativamente barata, eso no significa que estés ahorrando dinero en ello; todo lo contrario, estás gastando más del que deberías.

Preparar tu comida en casa y utilizar un tupper para llevarla al trabajo es mil veces más rentable que comer fuera todos los días.

Sólo es cuestión de que te dediques una hora al día a prepararla o incluso puedes hacer la comida de la semana durante tus días libres.

La razón principal por la que la mayoría de las personas no llevan comida hecha de la casa es porque no tienen a nadie que se las prepare, creen no tener tiempo suficiente o simplemente NO quieren invertir un par de horas a la semana en ello.

¡Vamos! Prepararte el almuerzo es rápido si piensas con un poco de anterioridad lo que quieres comer para el día siguiente o esa misma tarde en el trabajo o a donde quiera que debas ir.

¿Quieres ahorrar dinero diariamente? Acostúmbrate a preparar tus comidas si estarás fuera de casa para evitar tener que hacer un gasto constante en algún restaurante o puesto ambulante.

 

Dos mujeres comiendo de sus tupper de comida

 

32. Fabrica tus productos de belleza

Antes no solía tener mucha moral para sugerir este truco porque si soy totalmente sincera, era una adicta a comprar las cremas hidratantes, rejuvenecedoras y los tónicos y jabones para lavar mi cara. Por supuesto, tampoco puedo olvidar el desmaquillante y las ampollas para el cabello.

A pesar de que no eran productos que debía comprar todos los días, eran bastante costosos y prácticamente se sentía como si diariamente me estaba gastando al menos $5 en mi rostro o cabello.

Cuando me di cuenta de cuánto estaba afectando mi presupuesto y ahorros la compra de todos esos productos, decidí darle una oportunidad al DIY, pero en artículos de belleza.

Había leído en muchos blogs y páginas web sobre utilizar aceite de oliva, aguacate, azúcar y carbón activo para hacer productos que hidratan la piel y el cabello, pero nunca lo había intentado.

Me busqué un montón de recetas viendo a varias youtubers y buscando imágenes en Pinterest. Al ya tener mi lista de productos que quería hacer, salía a hacer mis compras.

Compré para hacer al menos 1 producto de cada uno y así probar qué tanto ahorraba y si realmente funcionaban.

Apenas había gastado $75 para hacer un total de 8 productos que eran los que utilizaba con mayor frecuencia, mientras que normalmente en los de farmacias o marca ya hechos y recomendados por todos lados, fácilmente podía invertir más de $163.

Seguí paso a paso las preparaciones y para mi suerte, todos quedaron tal como decían los tutoriales que había visto, por lo que procedí a probarlos durante las próximas 2 semanas.

Cuando noté que sí daban buenos resultados y el producto se veía que podía rendirme lo mismo que los que usaba anteriormente, no me lo pensé dos veces para seguir fabricándolos y así ahorrarme toda esa plata.

Esta es mi forma favorita de ahorrar dinero diariamente, porque sobre todo en el caso de las mujeres, es fácil gastar una gran suma de dinero por productos que cuiden solamente nuestra piel y encontrar el acondicionador adecuado.

 

Mitad de un limón, aloe vera, pepino y miel sobre una mesa

 

33. Sal con sólo $10 extra en tu cartera

Si no tienes el dinero para gastarlo, es tan fácil como que no lo harás de ser así.

Muchas personas cuando salimos no sabemos ponernos nuestros límites, y si tienes un trabajo de lunes a viernes y tienes que ir a una oficina para ello, es obvio que te la pasas casi todo el día fuera de casa.

Incluso los fines de semana de seguro los inviertes en algún sitio como un parque o ver una función en el cine de la película que tanto esperabas.

Pero de lo que estoy segurísima, es que cada vez que sales, ya sea al trabajo, una cita, a la universidad o a la vuelta de la esquina para comprar pan, sales con casi todo el dinero en tu cartera porque sólo la tomas de la mesa donde la dejaste y no sacas nada al volverla a colocar allí.

Por ende, debes salir con todas tus tarjetas y el efectivo que cargas en ella, lo cual vuelve sumamente difícil controlarte incluso si tenías estimado gastar cierta cantidad de dinero para comprar las botanas y las entradas del cine (por ejemplo).

Si durante tu salida o de regreso a casa ves algún dulce o accesorio que te gustó y sabes que tienes el dinero para comprarlo en el momento, la tentación es enorme.

La solución para eliminar todos esos pequeños gastos que haces es que no salgas más que con lo justo y necesario.

Yo considero que tampoco debes ser tan preciso y al menos tener algo de dinero extra contigo en caso de una emergencia.

Por eso, me gusta tener un margen de $10 a $20 extra en mi cartera o llevar sólo mi tarjeta de crédito que utilizo para casos específicos.

Claro, todo depende mucho también de tu fuerza de voluntad y la situación en la que te encuentras.

Si vas a la esquina, no necesitas llevar un extra contigo y puedes tomar sólo lo necesario.

 

Hombre sacando dinero de una cartera

 

34. Aplica la regla de los 30 días

Todos los días tenemos al menos un pensamiento de “quiero comprar un…”, no importa si lo que queremos es algo básico, simple o bastante elaborado, es inevitable pensar en ello al menos una vez al día.

Para ponerte un ejemplo, hoy he pensado en 5 cosas que quiero comprarme: un helado, una lámpara de mesa nueva, un pantalón que vi en una vidriera, unos lentes de sol y unos botines.

Cada uno de esos pensamientos los tuve sin ni siquiera darme cuenta hasta que me frené y dije “¿de verdad lo necesito?”.

No te sientas mal por tener impulsos y pensar en que quieres y deseas comprarte algo, no importa lo que sea. Lo importante es que te sepas detener y no compres solo por impulso.

La gran parte de las compras que realizamos las hacemos por eso, un impulso, no porque realmente necesitemos eso en lo que gastamos nuestro dinero a menos que sean cosas necesarias y que nos permiten seguir con nuestro día a día.

Casi siempre, si tenemos el dinero, salimos y compramos ese algo que pensamos durante el día. Yo, por ejemplo, solía salir casi diario a comer un helado.

Cuando comencé con el ahorro y noté que tenía muchos gastos diarios que eran realmente tontos, decidí que necesitaba urgentemente mejorar el método que utilizaba para ahorrar diariamente.

Mientras leía algunos consejos y le preguntaba a algunos conocidos, un compañero de trabajo me recomendó utilizar la regla de los 30 días.

¿En qué consiste? Es muy fácil. Si quieres comprar algo, más que nada que representa un gasto significativo, en lugar de comprarlo por impulso y en el momento, toma nota de ello tanto mental como en un papel y déjalo en un lugar donde puedas verlo todos los días.

Tómate 30 días para evaluar si realmente necesitas eso que quieres comprar y si vale la pena hacer ese gasto en el que estás tan empeñado.

Además, piensa, ¿es un simple antojo o es porque, a cierto grado, es relevante comprarlo?

Esto te ayudará a meditar todos los días sobre los gastos que debes y puedes hacer o en su defecto, los que NO deberías hacer bajo ninguna circunstancia.

Durante esos 30 días ocurrirán dos cosas:

  1. Te darás cuenta que no lo necesitas y decidirás no comprarlo.
  2. No dejarás de pensar en ello y notarás que tendría un buen uso hasta que finalmente, decidas comprarlo.

Cualquiera de los dos resultados está bien, sobre todo porque te aseguro que la mayor parte del tiempo terminarás llegando a la conclusión de que no lo necesitas.

El propósito de esto es que tengas un margen de tiempo para “entrar en razón” sobre el gasto que quieres hacer.

Si ves y crees al final de esos 30 días que lo necesitas y lo quieres de cualquier forma, sólo cómpralo.

¿Pensabas que te iba a decir que lo soportaras y no fueras a comprarlo de todas formas? Pues no, es todo lo contrario.

Si es algo que determinaste que querías y necesitas, no te sientas mal por ir a gastar el dinero en ello cuando ya te has tomado el tiempo necesario para meditarlo.

De igual forma, serán más las veces que no lo compres a las que sí, por lo que estarás ahorrando dinero todos los días al poner en perspectiva y evaluación si debes comprar algo o no.

 

Dedo apuntando al día 30 en el calendario

 

35. Pon recordatorios por toda tu casa e incluso en tu celular

Ahorrar dinero todos los días es casi el doble de difícil que ahorrar, por ejemplo, una vez al mes. Todo porque se nos “olvida” o en ocasiones, no tenemos la motivación para hacerlo ese día.

Si quieres mantener un control y no fracasar en el intento, prueba colocando recordatorios alrededor de tu casa y en todos los sitios posibles.

Todos esos recordatorios te servirán como motivación y así, cuando tengas un impulso de gastar o hayas olvidado que no puedes hacer cierto gasto, con tan sólo ver uno de esas notas retomarás el rumbo.

Entiende que ahorrar no se trata de privarte de tu vida y absolutamente todos los gustos que puedas darte; se trata de que controles todos los gastos que no son necesarios (lo que decía antes sobre los impulsos).

Para ello, no está demás tener un truco que te ayude a motivarte y recordar por qué estás ahorrando o que simplemente, debes guardar dinero y no gastarlo en ello; algo que, al momento de gastar, te haga pensarlo dos veces y echarte para atrás en tu decisión.

Yo tengo varias notas pegadas en diferentes sitios de mi casa como por ejemplo, mi cocina.

Cada recordatorio tiene una variación del objetivo principal que es ahorrar. No todos dicen “¡ahorra!”, algunos están un poco más personalizados para que se ajusten a la ocasión y el antojo que puedo tener según el sitio donde me encuentro.

En la cocina, tengo una justo pegada en la puerta de mi despensa donde digo “no hay cereal de chocolate, pero sí de frutas”, para decirme a mí misma que NO debo gastar en uno específico si tengo más en la alacena.

En mi refrigerador es igual.

Ya en otras áreas como mi armario y biblioteca, intento incentivarme a no gastar en ropa, zapatos y libros que, si bien no son una mala inversión, no son realmente necesarios la mayor parte del tiempo.

También me dejo recordatorios diarios en mi celular para que a ciertas horas cuando salgo del gimnasio o termino de trabajar, me motive a no salir o comprarme algo de regreso a casa.

Otra opción es que utilices palabras claves como “ahorro”, ” no gastar mucho” o “no lo necesitas”, en contraseñas e información que utilizas para ingresar a tus sitios por Internet de compras.

Tampoco te satures de ellas, porque eventualmente te cansarán más de lo que te ayudarán, pero tenlas en esos sitios claves que, al pasar por ellos, son los que más te producen querer ir y gastar el saldo de tu tarjeta o el efectivo que llevas encima.

 

Notas amarillas de motivación pegadas a una mesa

 

36. Obtén y descarga todo lo que puedas GRATIS

¿Mi placer? Los libros. Me encanta comprarlos y sentir el olor a libro nuevo; además, pienso que no hay nada como uno en físico para sentarte y descansar tu vista de una pantalla de computador o celular.

No obstante, los libros se volvieron bastante costosos durante los últimos dos años, además de que sale mucho más económico comprarlos como ebooks o incluso descargalos gratis como muchos otros programas y artículos.

Sí, es algo deshonesto teniendo en cuenta que cosas como libros, juegos, música, películas y otras más, los autores viven de sus ventas como para uno venir y no pagar nada por ellos, pero casi siempre es necesario.

Sé que muchas veces da caché tener algo original o es sólo porque queremos tenerlo, pero si puedes descargarlo gratis, hazlo.

Todos esos gastos que hacemos en artículos que podemos conseguir de forma gratuita por Internet son bastante elevados si te pones a sacar cuenta de ellos y sobre todo con la frecuencia en la que los compras.

Por ejemplo, cada libro en físico cuesta alrededor de $17, y como ebooks unos $9,99. Yo no compraba solo un libro sino alrededor de 5 o 6 al mes. Eso significa que nada más en eso me estaba gastando como $50 mensuales.

Cuando ciertamente podía encontrar cada uno de ellos en PDF totalmente gratis.

Lo mismo ocurre con todas cosas que te mencioné anteriormente. En lugar de gastarte $89,99 en un juego nuevo, ¿por qué no intentas esperar un poco más y descargarlo cuando esté gratis en Internet?

Yo soy alguien que apoya el comprar originales y apoyar a los creadores, pero no todos podemos darnos ese lujo y menos tan seguido, así que no te sientas mal por descargar cosas gratis si no tienes con qué y significaría un gran ahorro para ti.

Al menos yo, todos los días descargo un libro, una película o un juego nuevo, imagínate si tuviera que pagar por todo eso; estaría en bancarrota hace siglos.

 

Computador portátil con símbolo de descarga en la pantalla

 

37. Programa tus gastos diarios

Es un poco diferente a hacer un presupuesto ya que cuando haces uno, normalmente estás generalizando un poco en los gastos que tienes: servicios básicos, comida, deudas, préstamos, y un montón de pagos que realizar.

Pero si quieres tener un control real para así poder ahorrar lo más que puedas todos los días, entonces programa los gastos que realizarás durante la semana. Por ejemplo:

  • Lunes: pagar el transporte de ida y vuelta al trabajo, comprar la comida de la semana de regreso a casa, pagar la cuota del mes del banco y comprar el analgésico para el dolor de rodilla.
  • Martes: pago del transporte al trabajo, pagar la renta del celular, las facturas de luz y agua, comprar vegetales frescos del mercado de la esquina.

Eso sería todo lo que tienes planeado gastar durante esos días, así que es lo ÚNICO en lo que debes invertir tu dinero y esa planificación te ayudará a mantener lejos los gastos que surgen de un momento a otro por un impulso.

Esto no te tomará mucho tiempo hacerlo, sólo debes sentarte preferiblemente un domingo por una hora máximo y anotar todo lo que gastarás durante cada día de la semana.

Si no te sientes tan seguro de ir tan justo con todo, siempre puedes dejar un margen de “en caso de emergencia”, pero al programar tus gastos, es como seguir una agenda con tu dinero y así mantener tus ahorros a salvo y conseguir incrementarlos en el proceso.

Para empezar puedes anotar los gastos que estás seguro de que harás durante la semana y un día en específico. Si hay algún cambio en alguno de los días, no olvides anotarlo para que no pierdas el hilo de la programación.

Puede sonar un poco exagerado y trabajoso, quizás demasiado controlador, pero es simplemente para que tengas medido la cantidad de dinero que gastas durante el día y así poder guardar el excedente al final de este.

 

Mujer con billetes en la mano mientras anota en libreta

 

Cómo ahorrar dinero siendo estudiante

 

38. Evita llamar tanto por celular

Si eres joven (e incluso si no) es probable que tengas una fascinación por utilizar mucho el celular y hacer llamadas desde él o el teléfono fijo de tu casa.

Si estoy en lo correcto, es momento de que dejes de hacerlo lo más pronto posible.

Para un estudiante, y esto te lo digo porque soy una y lo he comprobado de primera mano, el uso del celular es un arma de doble fijo, sobre todo si haces muchas llamadas con él como yo solía hacerlo.

¿La razón? Para nadie es un secreto que los planes y los minutos de las llamadas telefónicas siempre han sido sumamente costosas, pero desde que crearon los smartphones, digamos que no es precisamente un problema si te dedicas a utilizar aplicaciones gratuitas que no cobran nada.

Si tienes un celular inteligente, es 100% seguro que tienes un plan con datos e Internet no menos con no menos de 500 MB al mes.

Una llamada por WhatsApp, Skype, Hangouts, Facebook e incluso Discord, son bastante económicas cuando se trata de el consumo de megas que tiene cada aplicación. En esencia, son completamente gratis.

Si hablas por más de una hora por WhatsApp, no vas a gastar ni 20 MB en la llamada y estarás ahorrando todo ese dinero que te gastas en hacer una llamada local y ni hablar de una internacional.

¿Por qué empeñarte en utilizar el servicio telefónico con tantas aplicaciones gratis que hay hoy en día? No hay razón para hacerlo, así de simple.

Aprovecha todas las opciones gratis que tienes con tan sólo utilizar Internet y que te permiten comunicarte de otras maneras como las videollamadas sin que tengas que pagar cargos extras como se debe hacer con el servicio de teléfono.

Puede parecer un poco raro sugerirte esto ya que en el mundo de los jóvenes, estamos sumamente sumergidos en lo que es la tecnología, pero te sorprenderías de la cantidad de personas que aún utilizan en exceso las telefónicas y si tú eres uno de ellos o lo utilizas eventualmente, con esto sabrás que puedes dejar de utilizarlas si les sacas el provecho a las aplicaciones gratis como se debe.

 

Persona marcando números en el celular

 

39. No salgas. Haz reuniones en casa con tus amigos

La vida estudiantil tiene 3 cosas que la caracterizan: estudiar hasta quemarte las cejas, comenzar a independizarse y hacer todo solo y finalmente, hacer amistades y salir con todas ellas.

Ser estudiante implica tener una vida social bastante activa y que, para poder socializar con mucha frecuencia y crear un círculo de amigos, debas salir constantemente con ellos o al menos compartir en fiestas y reuniones.

El problema es que cuando la mayor parte del tiempo se tratan de salidas a un bar, discoteca, centro de juegos, cine y un sinfín de sitios al que todos quieren ir, incluyéndote.

¿Te has puesto a pensar cuánto gasto representa el salir a esos sitios y de forma tan seguida? Un montón de plata.

Lo que muchos estudiantes no entienden, es que se puede disfrutar sin necesidad de salir a todos esos sitios constantemente. No te digo que no vayas ocasionalmente, pero que no se haga una costumbre de todas las semanas cuando es viernes y deciden liberar el estrés.

Es mucho más económico e íntimo, hacer reuniones en casa de alguno de tus amigos o si es posible, incluso en la tuya donde todos se dividan los gastos de la comida y bebidas y así pasar el rato juntos.

Si vas a un bar, ¿qué harán? Hablar sin parar mientras se toman unas buenas cervezas que fácilmente pueden comprar a mitad de precio en un supermercado y entre todos poner para la comida y ahorrarse una gran cantidad de dinero.

Además, uno de los inconvenientes principales cuando se sale en grupo a un sitio con amigos es que nunca es del todo equitativo el gasto. Todos nos dividimos los gastos por igual, pero siempre habrá alguien que consuma más, menos o incluso nada.

Si quieres ahorrar dinero y aún así tener una vida social activa, entonces sugiere esas pequeñas reuniones de forma más frecuente que el salir a un bar o al restaurante cerca de la facultad.

 

Cinco personas sosteniendo cervezas

 

40. Caza los descuentos para estudiantes

¿Recuerdas cuando hablamos sobre ofertas y descuentos? Pues si eres un estudiante encontrarás al menos uno al día.

Una gran cantidad de locales y negocios ofrecen descuentos únicamente para estudiantes como los restaurantes cerca de tu universidad o los cines durante ciertos días de la semana.

En donde yo vivo, los cines tienen un descuento del 25% en las entradas de martes a sábado y sólo necesito presentar mi carnet de estudiante para poder disfrutar de él.

Lo mismo ocurre en varios cafetines de comida o bebidas que se encuentran a una o dos cuadras de la entrada de la universidad donde ofrecen platos estudiantiles por un precio bastante económico, incluso muchas veces sale más barato comer en ellos que preparar tu propia comida.

Tienes que estar atento a todos estos descuentos ya que incluso en servicios como el transporte público puedes pagar un pasaje más barato que la mayoría de los pasajeros.

Por supuesto, también hay otros sitios, principalmente con propósitos recreativos como los parques de atracciones, que ofrecen descuentos especiales por estudiante.

En casi todos los sitios, lo único que necesitas es el mismo carnet que yo utilizo o una identificación que indique que eres estudiante y claro, que esté vigente.

También hay bancos que ofrecen algunos beneficios y tarjetas especiales para estudiantes donde disfrutas de ciertos bonos o descuentos en compras que realizas en ciertos establecimientos.

Busca todos esos descuentos y ¡empieza a pagar menos y así ahorrar tu plata!

 

Palomitas formando la palabra "sale" en una mesa

 

41. Aprovecha tu tiempo libre y trabaja

Trabajar y estudiar no son dos cosas fáciles de compaginar y pueden llevarte al punto donde te sientas exhausto y harto de la misma rutina de siempre.

Pero si tu carrera te deja con suficiente tiempo libre que incluso no sabes en qué utilizar, puedes considerar encontrar un empleo de medio tiempo o donde sólo debas cumplir un par de horas a la semana.

Los trabajos como mesero, cajero de supermercado, acomodador en los cines y principalmente, los empleos por Internet, son perfectos para estudiantes.

Personalmente, te recomiendo apuntarte a algunos trabajos por Internet en donde no requieras tener experiencia y si tienes alguna habilidad como traducir documentos, hacer de asistente virtual o transcribir artículos, intenta postularte a ellos por medio de plataformas como Fiverr o Upwork.

Casi nunca debes cumplir horarios y puedes trabajar desde la comodidad de tu casa con tan sólo utilizar tu computador con conexión a Internet.

Si eres de los que prefiere algo más físico o presencial para poder recrearte y socializar, siempre puedes optar por los restaurantes, cafeterías, parques de atracciones, bares o las opciones que te dí anteriormente.

Lo que ganarás será suficiente para cumplir tus gastos o mejor aún, poder ahorrarlo todo que es el objetivo principal para poder tener una cuenta con dinero cuando la necesites.

 

Hombre con lentes sentado frente a una laptop trabajando

 

42. Comparte viviendo con alguien más

Como estudiantes universitarios, es poco común que sigamos viviendo con nuestros padres o algún familiar durante nuestros estudios ya que casi siempre terminamos rentando un espacio donde vivir.

En mi caso, yo he rentado un departamento desde que comencé a estudiar lejos de casa.

Al inicio no compartía el departamento con nadie ya que mi hermano se encontraba de vacaciones cuando yo recién comenzaba con mis clases y además, el tenía otro sitio donde vivía.

Pero llegó un punto donde los gastos se hacían bastante difíciles, en especial porque no tenía un buen salario en el momento y debía cubrir otros pagos adicionales.

En ese momento, mi hermano y yo tomamos la decisión de comenzar a vivir juntos para compartir los gastos con lo que ganaba cada uno en su trabajo. La diferencia fue abismal.

Inmediatamente me sentí más liviana ya que pagaba la mitad de todo, eso significa que podía guardar la otra parte del dinero o gastarlo para pagar el resto de mis deudas.

Si tu caso es parecido al mío inicialmente, donde tienes que pagar todos los servicios solo o sola, entonces intenta buscar un compañero de piso con el que puedas dividir los gastos.

No tiene que ser un desconocido, siempre puedes preguntar entre tus compañeros o amigos si alguien está interesado, estoy totalmente segura de que encontrarás a alguien en tu misma situación o que le convendría vivir contigo.

De esta forma podrás ahorrar dinero en todos los servicios del hogar que son los que representan un gran gasto para tu presupuesto.

 

Tres mujeres desenvoliendo platos y tazas

 

43. Vende el material de estudio viejo

Todas mis guías de años anteriores, apenas supe que dejaría de utilizarlas o necesitarlas, las puse en venta para poder recuperar una parte de la inversión.

Los materiales de estudio son bastante costosos y es un dolor de cabeza tener que conseguirlos, por eso yo opté muchas veces por descargarlos por Internet y comprar nada más los que necesitaba de forma muy específica.

Sin embargo, eso no significa que no me gasté un montón de plata obteniendo varios libros y guías que me sirvieron para pasar mis materias.

Pero los libros se vuelven “obsoletos” cuando ya aprendiste todo lo que podías de ellos. Así que, ¿por qué no venderlos para al menos recuperar la mitad del gasto?

Muchos estudiantes compran materiales ya usados por otros para ahorrarse una buena suma de dinero (tú deberías hacer lo mismo si es que ya no lo haces).

Eso significa que encontrarás a muchas personas interesadas en comprar todas las guías que tengas a disposición para la venta.

Incluso puedes sacarles copia e intentar iniciar un pequeño negocio donde puedes vender a un precio asequible para los estudiantes de años inferiores al tuyo.

Todo eso te ayudará a ahorrar dinero de forma muy sencilla y sin hacer mucho esfuerzo.

 

Persona recibiendo dinero de otra

 

Formas de ahorrar dinero en pareja

 

44. Tiene que haber igualdad y balance

Si quieren ahorrar dinero en pareja, deben mentalizarse en que uno no tiene más privilegios que el otro y llegar a un acuerdo de igualdad.

No, no es un método en sí, pero si quieren evitar posibles discusiones en el futuro y estar de acuerdo en cuanto al ahorro que deben o quieren hacer, entonces es bueno que tengas este punto en mente todo el tiempo.

Son un equipo, lo que significa que si uno deja de hacer algo, el otro también debe hacerlo para apoyarse mutuamente y no haya diferencias entre las cosas que pueden hacer.

De esta forma también habrá un balance entre el ahorro que hacen en cuanto a las actividades que dejan de hacer o los artículos que no compran para poder gastar menos.

Si tienen gastos que no son afines o iguales, intenten pensar en aquellos que equivalen a casi lo mismo en precio y así saber cuáles pueden vetar para que estén ahorrando en partes iguales.

Ahorrar en pareja si bien es en equipo como dije anteriormente, ten en mente que cada uno tiene gastos individuales que deben resolver de tal forma sólo que compaginándolos con los de tu pareja y así llegar al punto de igualdad del que te hablo.

Cuando estén mentalizados en que ambos deben dar por igual y “sacrificar” las mismas cosas o equivalentes una a la otra, están listos para comenzar a ahorrar.

 

Hombre y mujer tirados en el suelo viéndose de frente con una alcancía

 

45. No tengan citas costosas

Las citas son fundamentales cuando se trata de una relación. Cuando están más estables no es algo que hagan todos los días, pero es bueno tenerlas de forma frecuente.

No obstante, representan un gran gasto de dinero si piensas en los sitios a los que suelen ir: cine, parque de atracciones, restaurantes, conciertos, entre otros lugares.

No es mentira para nadie que una “buena” cita puede salir bastante costosa, aunque a mí no me gusta llamarla buena sino más bien elegante ya que para que sea excelente no tiene que ser en el sitio más caro de la ciudad y me gustaría que mantengas eso en mente, tanto tú como tu pareja.

Ir a sitios caros no significa que la cita va a ser mejor y si lo que intentan hacer es ahorrar dinero, inmediatamente tienen que tachar todos esos lugares que te hacen gastar más de 2 dígitos.

¿Quieren ir al restaurante que abrió recientemente o en donde tuvieron su primera cita, pero es caro? Vayan de forma ocasional, aproximadamente una vez al mes y el resto de sus citas, que no sean costosas.

Fácilmente pueden tener un momento de pareja comprando una pizza y viendo una película en la comodidad de su sofá.

También pueden buscar esos eventos gratuitos que dan en algunas plazas o parques de la ciudad para no tener que pagar por entradas.

Hay muchas opciones que involucran no tener que gastar mucha plata en ello, sólo es cuestión de que se propongan reducir sus estándares y disfrutar más de las cosas sencillas para poder ahorrar dinero.

Unas simples caminatas, ir los días de descuento al cine o aprovechar cupones que encuentran en las revistas para restaurantes o conciertos, todo es cuestión de buscarle la vuelta y la mejor opción que se adapte a su nuevo objetivo.

 

Pareja sentada en sofá comiendo palomitas

 

46. ¿Aún no viven juntos? Es momento de considerarlo

Vivir juntos es un gran paso en pareja, pero si están considerando ahorrar como tal, es porque sin duda alguna han decidido tomar varias decisiones de su vida y plantearse varias metas estando juntos.

Así que, si es que no viven juntos aún, deberían considerar la idea y hacerlo si es que llegan a la conclusión de que quieren y están listos para ello.

Ahorrar se volvería mucho más fácil porque estarían compartiendo los gastos de un solo apartamento o casa y así cada uno puede dar una mayor cantidad de dinero que es la que se estaría ahorrando al no tener que pagar parte de los servicios por su cuenta.

Vivir en pareja significa dividirse todos los gastos, tanto en servicios básicos como la luz y agua, como también en la comida, combustible para el auto, cable, teléfono y todo aquello que pagas al estar viviendo solo de igual forma.

Sí, es muy parecido a tener un compañero de vivienda, sólo que en este caso podrán ahorrar mayores cantidades al ser una pareja.

Mi pareja anterior y yo vivimos juntos durante casi un año, durante el cual nos encargamos de dividir varios gastos y asignarnos algunas actividades y quehaceres del hogar de forma que no tuviéramos que pagar por alguien que lo hiciera como él solía hacerlo al menos.

También, al estar viviendo juntos, determinados un método para ahorrar todo el dinero y que cada uno iría poniendo todos los meses o en una fecha estipulada para ir creciendo nuestros ahorros.

Puedes hacer lo mismo con la tuya y vivir juntos también los ayudará a una mayor conexión para tomar las decisiones como la pareja que son.

 

Pareja sentada en el piso al lado de cajas tomando vino

 

47. La cuenta de ahorros a nombre de los dos

Aunque casi todas las parejas deciden después de una larga conversación quién estará a cargo de la cuenta y por ende, a nombre de quién se abrirá, yo no apoyo que se haga de esa forma.

Como dije anteriormente, el ahorro en pareja es un trabajo en equipo, y si bien sólo uno puede estar a cargo de manejar la cuenta, es recomendable que ambos tengan acceso a ella.

Por eso, la mejor opción es que hagan la apertura de la cuenta a nombre de ambos, pero que sólo uno se haga cargo de controlar los movimientos y llevar un registro de todo lo que ingresa, egresa y para qué se utilizará parte del dinero.

Lo correcto es que de esta tarea se encargue aquel que tenga mayor organización y tenga cierto control en los gastos ya que forma parte de sus hábitos. No obstante, la otra persona no puede desentenderse totalmente del manejo y control de la cuenta.

Intenten compartir información y si eres el que lleva el control de los gastos e ingresos, participa cada uno de ellos a tu pareja durante un día a la semana donde se sienten a tomar un café en la comodidad de su mesa y repasen lo que tienen ahorrado y si gastaron en algo.

Por otro lado, a pesar de que la cuenta estará a nombre de ambos, eso no le da más privilegios a uno que a otro para gastar. Recuerda, igualdad.

 

Libreta bancaria junto a varias monedas y billetes

 

48. Fabriquen sus propios productos de limpieza

Cuando van al supermercado a hacer las compras, los productos de limpieza se llevan gran parte del presupuesto teniendo en cuenta que hay que comprar cloro, desinfectante, limpia pisos, aromatizante, limpia vidrios y un sinfín más de artículos.

Al momento que vas a pagar, te das cuenta de que son un montón y lo peor de todo es que sí los utilizas, pero se acaban más rápido de lo que duras pagando por ellos.

Una buena opción para que no tengan que gastar en ello es que fabriquen sus propios productos de limpieza con varias recetas que puedes encontrar por Internet.

Hace muchos meses que yo dejé de comprarlos e incluso comencé a fabricar varios artículos de higiene personal para poder ahorrar en ello.

La mayoría de las recetas son muy sencillas y no requieren ningún ingrediente especial o sumamente costoso.

En mi caso, encontré las recetas en un manual que vi en un vídeo de Facebook mientras veía algunas publicaciones.

También puedes encontrar varios vídeos en YouTube donde te mostrarán algunas formas de fabricar ciertos artículos como desinfectante, detergente, jabones, entre otros.

Imagina que para limpiar cualquier superficie, fácilmente puedes utilizar algo de vinagre, bicarbonato y limón y con eso podrás hacer tu limpieza sin problemas. Suena bien, ¿no?

 

Varios productos de limpieza colocados sobre una mesa

 

49. Compren muebles usados para su casa

Si quieren hacer remodelaciones o tu sofá viejo ya está que grita “¡auxilio!”, no tienen que pensar dos veces el cambiarlo o remodelar parte de la casa comprando otros muebles.

El secreto para remodelar sin que eso afecte tus ahorros o que puedas seguir poniendo dinero en tu cuenta, es que compren muebles ya usados pero que se encuentran en muy buen estado.

Sí, a todos nos gusta comprar un sofá nuevo e ir a todas esas tiendas a tirarnos encima de ellos para probarlos hasta decidir cuál vamos a comprar.

Pero lo cierto es que hay muchas ventas de garaje, bazares o mercadillos donde puedes encontrar muy buenos muebles por un precio mil veces más económico y que se encuentran en buen estado.

Amueblar o remodelar una casa es bastante costoso a la larga, sobre todo si no es sólo un par de sofás lo que vas a cambiar sino también la mesa de la cocina, el recibidor, la mesa para comer y un montón de muebles más.

Así que intenten visitar bazares y buscar algunos remates en varias ventas ambulantes que realizan en parques, casas o algunas plazas de tu ciudad.

Algunos de los muebles que veas sólo necesitan algunas remodelaciones ya que tienen cierto uso y quizás algún detalle muy notable, pero siempre puedes mejorarlos por tu cuenta ya sea pintándolos, forrándolos o lo que desees hacer para ponerlos en un mejor estado.

Aunque tengas que invertir en algunos materiales para su arreglo, no gastarás más o lo mismo que comprando muebles nuevos.

 

Mujer acostada en sofá

 

50. ¿Tendrán un bebé? Aún así pueden ahorrar

Sí, tener un bebé representa un gasto bastante alto ya que es otro individuo que incluir en los gastos más básicos y sobre todo, el tiempo que te tomará cuidar de él.

Por esos motivos, muchas parejas ven imposible poder ahorrar con la llegada de un bebé y piensan que lo mejor es parar el ahorro y retomarlo nuevamente cuando el bebé esté más grande y más estables.

Todo eso es un error enorme.

Incluso si van a tener un bebé, pueden seguir ahorrando sin problema alguno. Quizás no la misma cantidad o en la misma magnitud de siempre, pero lo importante es que no detengas el flujo de tus ahorros y sigas dedicando parte de tu dinero a ellos.

El secreto de hacerlo, es que pienses en las cosas fundamentales y no tirar la casa por la ventana en gastos para el bebé que viene en camino o quieren buscar.

En esencia, lo único que un bebé necesita son pañales, leche de fórmula, paños húmedos, crema, champú especial y una cuna donde dormir.

Podríamos agregar otros artículos, pero realmente si piensas en ellos como la medicina, sábanas específicas y otros más, te das cuenta que son cosas que en realidad, no necesita o que puedes obtener más adelante.

Lo importante es que gasten en objetos que serán de su uso personal, pero que no necesariamente necesitará de más de uno.

No compren dos, tres o cuatro de lo mismo si con uno es suficiente ya que sólo estarán derrochando dinero sin necesidad y el cual podría ir a su cuenta de ahorros.

Por otro lado, ten en mente que no siempre será un bebé.

Intenta adquirir ropa un poco más grande e igual con los pañales. Durante los primeros meses los bebés crecen muy rápido y pierden la ropa de recién nacido antes de que te des cuenta.

Lo mejor es que inviertas más en ropa que usará por más tiempo que comprar 100 conjuntos para cuando tenga apenas 2 o 3 meses y que los pierda a la velocidad de la luz.

Cuando el bebé vaya creciendo y comience a pedir juguetes y todos esos antojos de niños, puedes dárselos, pero recuerda que no necesitan cada juguete que ven por la calle.

Más adelante todo dependerá de decir NO y mantener la meta de tus ahorros y un límite entre lo que puedes comprar o no y si es necesario o no.

 

Hombre y mujer debajo de una sábana sosteniendo un bebé

 

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