Nunca digas estas 6 frases en tus ventas o tu negocio

Publicado el 16-04-2015

Hay muchas otras maneras de decir “no” cuando no se está de acuerdo; y si discrepas con alguien, nunca cerrarás una venta.

¡Un acuerdo es la parte vital y más importante de todas las reglas que hay en las ventas! Con esto no quiero decir que debas confundir al cliente, todo lo contrario.

Pero es todo un arte saber cuando decir a tu cliente “me encantaría hacer esto por ti” en vez de “no puedo”, “es imposible” o “ahora no estoy trabajando”.

Si tienes un negocio de cualquier tipo – online u offline -, o estás empezando a vender tus propios servicios de alguna manera, estas son las 6 frases que NUNCA debes mencionar en una venta o en tu negocio.

 

1. “Puedes confiar en mí”

Frases como “puedes confiar en mí”, “créeme”, “sé de lo que hablo”… debes evitarlas a toda costa. ¿Alguna vez te has dado cuenta de que el cliente no estaba realmente escuchándote?

Esto ocurre porque esa persona asume que, debido a que eres un vendedor, no se puede confiar en ti. Mucha gente tiene estos prejuicios y entra en un comercio pensando que sólo le quieres sacar el dinero, sin importarte mucho como persona.

Además, los medios de comunicación están constantemente advirtiendo sobre nuevas estafas que hacen que los consumidores sean escépticos ante los vendedores.

 

Mujer de perfil saliendo de su boca las palabras blah blah blah

 

Así se ha creado una falta de credibilidad hacia los dependientes, y decir “puedes confiar en mí” no va a aumentar la confianza en el cliente; de hecho, seguramente tenga justo el efecto contrario.

Para tratar con los consumidores de forma adecuada, debes entender que las personas creen en lo que ven, y no en lo que oyen.

Siempre debes mostrar material escrito para apoyar tu presentación o propuesta. Asegúrate de usar materiales de terceros que puedas enseñar a tu cliente mientras hablas, como testimonios de otros clientes, o bloggers o periódicos que hablen de tu producto.

Con esto conseguirás añadir credibilidad externa a lo que estás vendiendo.

 

2. “Yo no lo uso personalmente”

La clientela nunca te comprará hasta que tú no estés totalmente convencido de que tus productos realmente tienen valor y calidad.

Si tienes una tienda de ropa, y no llevas puestas encima las prendas que vendes, pierdes credibilidad y confianza – y nadie le compra a alguien en quien no confía.

 

Una mujer y su amigo probandose por encima una camisa azul en una tienda de ropa

 

La convicción te hará ganar o fracasar, y sólo conseguirás vender cuando realmente creas que tu producto, servicio o idea es mejor que el de tu competencia y que aporta valor real y calidad a tu propia vida cuando lo usas.

En el momento en el que el cliente empiece a creerse (aunque sólo sea un poco) que tú estás convencido de lo que vendes, es cuando la venta será posible de realizar.

Así que ni siquiera intentes venderle tu producto o servicio a alguien hasta que tú no estés del todo convencido de tu mercancía.

 

3. “Es la política de mi negocio”

Nadie quiere escuchar esta frase cuando compra, NUNCA. Incluso tú también odias escuchar esto o frases parecidas como “son las normas de este establecimiento” cuando vas a pagar a una tienda.

A nadie le importan las reglas o la política de un negocio; lo que les importa es la atención al cliente que proporcionas. Así que no uses esa expresión para justificar por qué no puedes – o no quieres – hacer algo por tu cliente.

Mujer con un megafono chillando a un hombre y tirandole de la corbata

 

Si tienes una política de cualquier tipo que sea un conflicto para tu cliente, rómpela o intenta buscar otra solución alternativa antes de que eso se convierta en un problema para ambas partes.

Uno de los asuntos que más conflictos suele traer a un negocio es la política de devoluciones, así que ten cuidado, y asegúrate de que esa política que estableces es la correcta y no te traerá más quebraderos de cabeza que satisfacciones.

(Leer: Así aumentas tus ventas con la política de devoluciones)

 

4. “Soy competitivo”

La idea de que “la competición es sana” es para los consumidores, no para los vendedores. No compitas: domina tu mercado. Nunca le digas a un cliente que eres competitivo frente a otros negocios o competidores.

 

Dos hombres de negocios con traje tirando de una misma cuerda

 

¿Cómo puedes dominar tu sector de ventas? Convirtiéndote en un experto en esa industria. Usa LinkedIn, Twitter, Google+, Facebook y cualquier otra plataforma social para ser el primero en conocer las novedades de los productos que vendes.

Investiga información adicional que puedas dar a tus clientes y que en pocos sitios se haya difundido todavía. Haz que tú seas la persona a la que todo el mundo quiere consultar porque eres el que mayor información tiene al respecto.

Recuerda el dicho: la información es poder. Y en tu caso, esta ventaja puede llevarte directo al éxito.

 

5. “Esto quizás es un poco caro”

Siempre debes tratar al comprador como un comprador, porque en las ventas cualquiera que crea que tiene la habilidad de juzgar a todos los clientes, va a perder una fortuna en ventas.

Tú no puedes decirle a nadie “creo que esto se sale de tu presupuesto” o “tengo esto, pero me parece que es un poco caro para ti”, especialmente si es un comprador.

 

Una billetera abierta encima de una mesa de la que salen varias monedas de centimos de euro

 

Para empezar, a nadie nos gusta que nos digan qué podemos o no hacer con nuestro dinero, y mucho menos que nos juzguen por cualquier motivo si no nos conocen.

Y decirle esas frases a una persona que entra a tu negocio no sólo te va a costar una venta, te costará varias porque seguro que ese cliente, en cuanto salga por tu puerta, contará su experiencia contigo a todo el que conozca y te hará mala publicidad.

Así que aunque te digan que no tienen dinero, no tienen presupuesto, no pueden o no quieren, trátales siempre como si pudieran y quisiesen comprar tu mercancía.

 

6. “Estoy fuera del trabajo”

Siempre debes estar abierto en tu negocio. ¿Alguna vez has recibido uno de esos emails automáticos donde dicen “estoy fuera de la oficina” cuando has intentado contactar con alguien?

 

Mujer sentada en la silla de su oficina tirando unos documentos al aire despreocupada

 

Es tan impersonal y a mí particularmente ¡me pone de los nervios! Yo prefiero enviar un email el viernes, y esperar hasta el lunes a que me contesten, que recibir uno de estos molestos correos electrónicos automáticos.

Esta frase se ajusta más si tienes un negocio online, ya que en un negocio físico, cuando bajas el cierre de tu comercio, nadie intentará contactar contigo porque saben que no les puedes atender en ese momento.

(Leer: 8 sencillos pasos para montar tu propio negocio online)

Así que si tienes un negocio online ¡nunca anuncies que estás cerrado a nuevas oportunidades de ventas!

 

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